La idea de crear una organización que vele por los derechos de productores de cultivos ilícitos y busque "una política de regulación" fue una de las propuestas recogidas este miércoles en el primer encuentro de campesinos de coca, marihuana y amapola, que reúne durante dos días a 150 delegados en Bogotá.
Este encuentro se organizó en paralelo a la sesión 54 de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) de la Organización de Estados Americanos (OEA), el principal foro hemisférico para el debate de estrategias nacionales de drogas, que también comenzó este miércoles en Bogotá.
Según explicó a Efe César Jerez, uno de los portavoces del encuentro, el objetivo de éste es elaborar propuestas para la CICAD, pero también para el proceso de paz que realizan el Gobierno colombiano y las Farc en La Habana, que actualmente está en su tercer punto de la agenda, referido a las drogas ilícitas.
"El evento busca hacer un llamado de atención para que los acuerdos que se alcancen en La Habana no puedan ser ni relativos ni cortos. Tienen que tener soluciones para la gente que se ve abocada a cultivar esto", explicó Jerez, quien también es portavoz de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc).
Los reunidos en Bogotá coincidieron en la necesidad de que la legislación colombiana y su Estatuto Nacional de Estupefacientes recojan propuestas que los saquen de "una política de guerra" hacia "una política de regulación" en materia de plantaciones, narcotráfico y consumo.
También expresaron la urgencia de crear una organización de productores de coca, amapola y marihuana para visibilizar y convertirse en interlocutores de este tipo de campesinos, a los que se les aplica el Estatuto Nacional de Estupefacientes o Ley 30.
"Hay miles de campesinos encarcelados en todo el país", se lamentó Jerez.
Los cerca de 150 delegados reunidos en Bogotá, provenientes de las regiones más apartadas y castigadas por el conflicto armado colombiano, proseguirán el jueves con el encuentro de productores.