San Andrés enfrenta el coronavirus en medio de crisis hospitalaria

En el archipiélago las deficiencias que durante años ha tenido el sistema de salud son la principal preocupación de las autoridades a la hora de enfrentar la emergencia. Hay un caso de contagio confirmado.

Karen Vanessa Quintero - @karenvaquintero
31 de marzo de 2020 - 03:00 a. m.
San Andrés enfrenta el coronavirus en medio de crisis hospitalaria

En medio de la emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus, el departamento de San Andrés se enfrenta a dos problemas de grandes proporciones: la insuficiente infraestructura hospitalaria del archipiélago para atender una crisis de esta magnitud y el estancamiento de la base de la economía del departamento, es decir, el turismo.

En el primer caso, la preocupación principal es el estado del sistema de salud en la isla y las difíciles condiciones en las que opera el Hospital Departamental Clarence Lynd Newball. Con 61.280 habitantes, San Andrés solo tiene nueve camas de Unidad de Cuidados Intensivos, dos de las cuales se encuentran ya ocupadas por pacientes con otras enfermedades. “En el momento solo tenemos nueve respiradores. Contamos con un hospital con capacidad de 89 camas, la clínica y el Hospital Local de Providencia. “Por el momento hay una persona contagiada y hemos realizado aproximadamente 78 pruebas”, afirmó el secretario de salud del departamento, Julian Davis Robinson. Aseguró que, si bien el Ministerio de Salud les ha ayudado con tapabocas, todavía no han recibido apoyo para ampliar los recursos hospitalarios.

El problema con el sistema de salud en San Andrés no es nuevo. La Asociación Médica Sindical Colombiana (ASMEDAS), seccional San Andrés, denunció el año pasado los problemas del sector salud en el archipiélago. La Asociación enumeró 38 irregularidades, entre ellas el colapso permanente de los servicios de salud por la falta de camas en urgencias, equipos obsoletos para la realización de procedimientos quirúrgicos, falta de mantenimiento en equipos de diagnóstico y aumento del riesgo de contraer infecciones porque las áreas de cirugía y hospitalización no cuentan con un sistema óptimo de aire acondicionado.

“Las instalaciones del Hospital Departamental Clarence Lynd Newball presentan falencias tanto en la infraestructura como en los insumos; un claro ejemplo son las camillas y las sillas en el servicio de urgencias, las cuales se encuentran en malas condiciones de mantenimiento, lo que genera inconformidad por parte de los pacientes y familiares, además, son insuficientes para la cantidad de pacientes que consultan diariamente. El área de urgencias cuenta con seis(6)camas designadas de observación para hombres, seis(6)camas de observación para mujeres, tres(3) camas en el área de procedimientos, dos (2)en reanimación y cuatro (4)para pediatría. Esto para más de 100 mil habitantes y un promedio de 1 millón de población flotante anual, lo cual lleva al colapso de los servicios de manera permanente”, señalaba la denuncia dirigida al Ministerio de Salud, la Procuraduría General, la Gobernación de San Andrés, la Defensoría del Pueblo y la Secretaría de Salud.

Los médicos sostienen que los problemas se vienen presentando incluso desde que en 2007 liquidaron el hospital anterior, Timothy Britton. “No estamos preparados. Están organizando el Hotel Marazul, cosa que no nos parece acertada, porque es un espacio que no cuenta con las capacidades. Uno de los principales problemas que tenemos es que no nos han entregado equipos de bioseguridad, la gente tiene miedo, ya se reportó un caso y puede haber otros que no hayamos detectado. Creemos que se deben socializar mejor los protocolos, hacen falta medicamentos, necesitamos más camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), que no han llegado, y más respiradores”, afirmó un médico del departamento.

A esto se suma que San Andrés recibe pacientes de Providencia en donde el hospital solo ofrece atención básica y no tiene servicio de urgencias. “En Providencia el hospital es de primer nivel, entonces no contamos con ninguna cama de UCI, no se pueden hacer cesáreas o atender una apendicitis. Solo hay 12 camas, 6 médicos, un solo consultorio disponible para manejar los asintomáticos. Providencia no cuenta con infraestructura hospitalaria para atender esta pandemia”, explicó Norberto Gari Hooker, alcalde de Providencia. En caso de urgencias vitales, se debe trasladar al paciente a San Andrés, por avión ambulancia o lanchas de los guardacostas. En avioneta son 15 minutos y en lancha pueden ser 2 horas.

Providencia, según la Alcaldía, tiene aproximadamente 6.000 habitantes. En caso de presentarse algún paciente con coronavirus, el protocolo dice que la persona debe aislarse en su casa, usar tapabocas y luego comunicarse con el hospital. Si hay una complicación, el paciente debe ser trasladado a San Andrés. “Se prometieron unos recursos y aspiro a que lleguen pronto, pero a la fecha no he recibido ayudas. Hasta ahora lo hemos hecho es con las uñas y los recursos propios”, agregó el mandatario.

Desde otros sectores están buscando soluciones para lograr una mayor inversión en la isla. Elizabeth Jay-Pang, representante a la Cámara por el departamento, dijo que la Comisión de Derechos Humanos y Audiencias del Congreso de la República ya presentó una petición al Gobierno nacional para solicitar, entre otras cosas, inversiones para detectar el virus de manera oportuna. “Aquí es cuatro veces más difícil que en el resto del país. La semana pasada se anunció la contratación para construir una UCI para los infectados, en el momento la UCI no tiene como aislar a los enfermos. Los problemas vienen de hace tiempo: tercerizar la salud ha sido nefasto para San Andrés, Servimedic es la empresa encargada de administrar el hospital desde hace más de un año. En este momento la administración no le ha pagado a algunos especialistas, se demoran para entregar la medicina, los equipos están obsoletos, el TAC no sirve, no hay máquinas de diálisis”, añadió la congresista.

Por el momento, en San Andrés hay un caso confirmado que el Instituto Nacional de Salud catalogó como relacionado. En el archipiélago se han adoptado las disposiciones del Ministerio de Salud y del presidente Iván Duque, desde la Gobernación también se han puesto medidas como el pico y cédula para realizar compras, ley seca y cierre de supermercados los fines de semana.

En cuanto a la infraestructura médica, se planteó la estrategia de adecuar el Hotel Marazul para ser usado como hospital y se acordó el transporte de las muestras para que puedan ser tomadas en la isla y enviadas a Bogotá. Según la Gobernación, junto con la Federación de Departamentos se esta trabajando para acondicionar el sótano del hospital, se espera que lleguen otras 25 camas y 10 respiradores más, que deben ser transportados con la ayuda de la Fuerza Aérea.

La otra preocupación radica en cómo está sufriendo la economía de la isla por las medidas adoptadas en el marco de la emergencia del coronavirus. “El primer renglón de la economía de San Andrés es el turismo. Las medidas que se han tomado, aunque son necesarias, nos afectan. Me atrevería a decir que el 80 % de la población depende directa o indirectamente del turismo, no solo se trata de los operadores formales, aquí hay muchos trabajadores informales. También en el comercio, por ejemplo, para las personas que venden perfumes o bebidas alcohólicas, la mayoría de compradores son turistas”, afirma Sebastián Ospina, secretario de Turismo de San Andrés.

El secretario asegura que, si bien todo está frenado, se está adelantando una estrategia para reactivar la economía y “mejorar el destino”, es decir, arreglar San Andrés para cuando pase la crisis.

Desde la Secretaría de Desarrollo Social, entretanto, se han puesto en marcha estrategias para ayudar a la población más vulnerable, como la entrega de mercados a 2.000 adultos mayores y otras ayudas adicionales como pañales y Ensure. “Estamos trabajando de la mano con la Secretaría de Gobierno, ellos entregarán otros 2.000 mercados. También hemos llevado a los habitantes de calle, que son una población vulnerable y un foco de contagio, a una casa en la que realizan actividades y tienen atención médica”, afirmó José Pardo, secretario de Desarrollo Social.

Las autoridades de la isla han manifestado que por el momento no hay desabastecimiento de víveres, pero sí de insumos como tapabocas y gel antibacterial. El aumento en el precio del dólar también ha generado afectación porque las tarifas en el muelle son dolarizadas y un gran porcentaje de los alimentos y elementos de aseo son importados. La sociedad portuaria ha ofrecido algunos servicios gratuitos durante un mes y otras estrategias están en estudio.

Por Karen Vanessa Quintero - @karenvaquintero

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