La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), compuesta por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental y con sede en Miami, Estados Unidos, rechazó el nuevo ataque contra la sede de RCN Radio en Bogotá que se presentó este jueves en el marco de las manifestaciones estudiantiles que exigían una adición al presupuesto de la educación pública en el país. Es la tercera agresión en las últimas semanas a las instalaciones de la emisora ubicada en la Calle 37 13ª.
La SIP les solicitó a las autoridades investigar con urgencia los hechos para que los implicados respondan ante la justicia y se pueda garantizar la seguridad de los periodistas.
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"Estos graves actos de violencia son inaceptables por atentar contra la estabilidad del medio, la seguridad de los trabajadores y quienes custodian la sede, y por afectar el ejercicio de la libertad de prensa", manifestó María Elvira Domínguez, presidenta de la organización y también directora del diario El País de Cali. "Hacemos un llamado urgente a las autoridades a investigar de manera exhaustiva los ataques contra la emisora", añadió.
El 11 y 17 de octubre, la misma sede había sido blanco de ataques por parte de manifestantes estudiantiles quienes, según Domínguez, provocaron daños físicos e insultaron a los periodistas.
El medio publicó varios videos de la última movilización, en los que se observa a los presuntos agresores arrojando bombas incendiarias contra el edificio mientras la fuerza pública intentaba proteger las instalaciones.
"Si bien respetamos el derecho a protestar como ejercicio de la libertad de expresión, repudiamos la violencia desatada, no por primera vez, contra un medio de comunicación que también ejerce su derecho a la libertad de prensa", dijo Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
En el mismo sentido se pronunció la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) que señaló que tanto miembros de la fuerza pública como manifestantes atacaron a la prensa no solo en Bogotá sino también en Popayán.
"La FLIP rechaza con vehemencia las agresiones contra medios y periodistas y las obstrucciones de su trabajo. Todo acto de violencia es inadmisible independientemente de quien provenga y altera las condiciones para una deliberación pública libre y abierta", manifestó en un comunicado.
Por los hechos, la FLIP hizo un llamado al movimiento estudiantil para que sea garante de la libertad de prensa y para que "tramite sus diferencias con los medios por vías distintas a la agresión".