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                                                                                                                              Vivir con miedo a la lluvia, relatos de sobrevivientes en Mocoa

                                                                                                                              Tras la emergencia ocurrida en la madrugada del pasado domingo, que dejó 12 barrios afectados y 200 personas damnificadas, los habitantes de la capital de Putumayo piden que el Gobierno cumpla lo que prometió en marzo de 2017, cuando una avalancha acabó con la vida de más de 300 personas.

                                                                                                                              Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13

                                                                                                                              Imagen tomada tras la tragedia que ocurrió en la noche del 31 de marzo y la madrugada del 1 de abril. / Gustavo Torrijos / El Espectador

                                                                                                                              Vivir en Mocoa antes del 31 de marzo de 2017, día que quedó grabado en la memoria colectiva de todos sus habitantes por la avalancha que le quitó la vida a más de 300 personas, implicaba dormir sin miedo a la lluvia, al río, a la naturaleza en general.

                                                                                                                              Le puede interesar: Los avalanchados de Mocoa, primer capítulo de la crónica radial “A orillas del Sangoyaco”.

                                                                                                                              Luego de esa fecha todo cambió para sus más de 36.000 habitantes, quienes ahora, con la llegada de la lluvia, guardan silencio y se encomiendan a su dios.

                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              Esos miedos que crecían cada vez que llovía, volvieron a aparecer 499 días después de la tragedia. El pasado 12 de agosto en la madrugada, las familias más cercanas a las orillas de los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco, se levantaron asustados por los ruidos de la lluvia de aquella mañana. Antes de que sonaran las alarmas, Leidy puso en práctica los protocolos de evacuació que las autoridades enseñaron después ed la tragedia del 31 de marzo.

                                                                                                                              Lea más: Decretan calamidad pública en Mocoa tras inundaciones.

                                                                                                                              Cuando llegaron a los puntos de encuentro o a donde pudieron arribar por el miedo a encontrarse en medio de la avalancha de agua, lodo, piedras y escombros, sonó la alerta de riesgo. El miedo por repetir la historia, le puso combustible al instinto de supervivencia y prefirió correr antes de poner a salvo algo de lo poco que había recuperado en 16 meses.

                                                                                                                              “Gracias a Dios no hubo pérdidas humanas, pero sí perdimos todos los enseres. La Alcaldía y el Gobierno nos dicen que todos tenemos que abandonar los negocios, las viviendas. No nos dan ninguna clase de solución, tampoco nos han reunido a ver qué van a hacer con nosotros. Estamos totalmente abandonados”, manifiesta Neyi Bolaños, comerciante del barrio El Progreso, quien perdió por segunda vez su negocio de comidas rápidas. 

                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Lea más: ¿Por qué la mayoría de los muertos en Mocoa fueron mujeres?

                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Aunque el subsidio a los propietarios que perdieron sus casas es de $250.000, este no es suficiente para el alquiler que se consigue por encima de los $400.000. Para acceder a este es necesario reportarse como damnificado, presentar los documentos de identidad y las escrituras de la vivienda. Así logró Leidy tener esa ayuda mientras le entregaban su nuevo hogar.

                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Lea más: Mindefensa asegura que Mocoa estará reconstruida en un 70% en agosto.

                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Este Gobierno les cumplió con el tema de agua, sin embargo, Leidy y Neyi sostienen que no han visto en sus barrios la presencia de la administración pública. Por rumores saben que los ministros de Vivienda y Medio Ambiente, Jonathan Malagón y Ricardo Lozano, respectivamente, se reunieron a puerta cerrada con el alcalde de Mocoa, Jorge Castro, y la gobernadora de Putumayo, Sorrel Arroca, para imponer una agenda.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Mientras tanto, les han entregado un kit de alimentación junto a una colchoneta por grupo familiar. No tienen conocimiento de albergues y por impulso de solidaridad y supervivencia, se las arreglan para conseguir el alimento y llenar los estómagos mientras esperan un día a la vez por las ayudas necesarias que les quite el peso de las deudas o que les garanticen una noche sin pesadillas.

                                                                                                                              Imagen tomada tras la tragedia que ocurrió en la noche del 31 de marzo y la madrugada del 1 de abril. / Gustavo Torrijos / El Espectador

                                                                                                                              Vivir en Mocoa antes del 31 de marzo de 2017, día que quedó grabado en la memoria colectiva de todos sus habitantes por la avalancha que le quitó la vida a más de 300 personas, implicaba dormir sin miedo a la lluvia, al río, a la naturaleza en general.

                                                                                                                              Le puede interesar: Los avalanchados de Mocoa, primer capítulo de la crónica radial “A orillas del Sangoyaco”.

                                                                                                                              Luego de esa fecha todo cambió para sus más de 36.000 habitantes, quienes ahora, con la llegada de la lluvia, guardan silencio y se encomiendan a su dios.

                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              Esos miedos que crecían cada vez que llovía, volvieron a aparecer 499 días después de la tragedia. El pasado 12 de agosto en la madrugada, las familias más cercanas a las orillas de los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco, se levantaron asustados por los ruidos de la lluvia de aquella mañana. Antes de que sonaran las alarmas, Leidy puso en práctica los protocolos de evacuació que las autoridades enseñaron después ed la tragedia del 31 de marzo.

                                                                                                                              Lea más: Decretan calamidad pública en Mocoa tras inundaciones.

                                                                                                                              Cuando llegaron a los puntos de encuentro o a donde pudieron arribar por el miedo a encontrarse en medio de la avalancha de agua, lodo, piedras y escombros, sonó la alerta de riesgo. El miedo por repetir la historia, le puso combustible al instinto de supervivencia y prefirió correr antes de poner a salvo algo de lo poco que había recuperado en 16 meses.

                                                                                                                              “Gracias a Dios no hubo pérdidas humanas, pero sí perdimos todos los enseres. La Alcaldía y el Gobierno nos dicen que todos tenemos que abandonar los negocios, las viviendas. No nos dan ninguna clase de solución, tampoco nos han reunido a ver qué van a hacer con nosotros. Estamos totalmente abandonados”, manifiesta Neyi Bolaños, comerciante del barrio El Progreso, quien perdió por segunda vez su negocio de comidas rápidas. 

                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Lea más: ¿Por qué la mayoría de los muertos en Mocoa fueron mujeres?

                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Aunque el subsidio a los propietarios que perdieron sus casas es de $250.000, este no es suficiente para el alquiler que se consigue por encima de los $400.000. Para acceder a este es necesario reportarse como damnificado, presentar los documentos de identidad y las escrituras de la vivienda. Así logró Leidy tener esa ayuda mientras le entregaban su nuevo hogar.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              La entrega de la casa de Leidy fue una de las 300 presupuestadas para junio de 2018. El Gobierno estima entregar en total 1.416 viviendas de 64 metros cuadrados y de tres habitaciones, pero la cifra podría aumentar por lo ocurrido el pasado 12 de agosto.

                                                                                                                              Lea más: Mindefensa asegura que Mocoa estará reconstruida en un 70% en agosto.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              El reciente hecho disparó la angustia y el remordimiento de perder lo antes perdido y recuperado. Fueron 200 damnificados, 170 viviendas afectadas y 12 barrios damnificados. Ocho veredas, dos acueductos, una torre de energía, tres escuelas, un puente vehicular y tres peatonales afectados por las lluvias que generaron las inundaciones y deslizamientos de tierra.

                                                                                                                              Este Gobierno les cumplió con el tema de agua, sin embargo, Leidy y Neyi sostienen que no han visto en sus barrios la presencia de la administración pública. Por rumores saben que los ministros de Vivienda y Medio Ambiente, Jonathan Malagón y Ricardo Lozano, respectivamente, se reunieron a puerta cerrada con el alcalde de Mocoa, Jorge Castro, y la gobernadora de Putumayo, Sorrel Arroca, para imponer una agenda.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Mientras tanto, les han entregado un kit de alimentación junto a una colchoneta por grupo familiar. No tienen conocimiento de albergues y por impulso de solidaridad y supervivencia, se las arreglan para conseguir el alimento y llenar los estómagos mientras esperan un día a la vez por las ayudas necesarias que les quite el peso de las deudas o que les garanticen una noche sin pesadillas.

                                                                                                                              Por Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13

                                                                                                                              Ver todas las noticias
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