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Se cumple una semana desde que se presentó el desplome de un muro de contención en el barrio Rodeo Alto, en Medellín, que dejó en riesgo a 68 familias del conjunto residencial Atavanza, por cuenta de las lluvias de los últimos días.
Adicionalmente, según lo señaló la directora del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd), Laura Cristina Duarte, más de 3.000 personas tienen afectada su movilidad vehicular por los escombros, que cayeron sobre una vía aledaña.
Aunque la constructora Covin, responsable del conjunto residencial, se comprometió a dar pronta solución al problema, la ciudadanía continúa preocupada por un nuevo derrumbe y porque la calle 9 A sur está cerrada.
Por esto, este martes, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero le dio un ultimátum a la constructora para que solucione y levante los escombros, porque de no ser así la Alcaldía tendrá que encargarse de la obra, lo que resultaría mucho más costoso, según dijo el mandatario.
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“Revisemos si nos toca hacer la obra a nosotros para darle tranquilidad a la gente de Atavanza y eso se lo cobramos por el mecanismo, ya sea legal o jurídico, a la constructora, porque no podemos dejar es que ese contratista le siga mamando gallo a la gente del edificio y a la ciudad”, dijo Quintero esta mañana durante la reunión del Consejo de Gobierno de Medellín.
En suma, el alcalde culpó a la empresa del incidente, pues, según argumenta, el muro quedó mal construido. Esta hipótesis la reforzó Duarte quien dijo que al muro “le faltaron 48 anclajes”, por lo que no tenía bases sólidas.
“Esto se trata de un constructor que para ahorrar plata y para no cumplirle a la gente del edificio lo hizo más barato, pero, ahora le va a salir más caro”, señaló Quintero.
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El hecho no es nuevo. De acuerdo con los habitantes de la zona, en marzo del año pasado ya se había presentado un deslizamiento, por lo que el Dagrd había hecho simulacros de evacuación con los habitantes del conjunto. En suma, Duarte aseguró que ya le habían enviado recomendaciones a la empresa anteriormente.
Finalmente, la directora del Dagrd hizo un llamado de atención a la empresa para que, a las reuniones programadas por la administración, “asistan los directivos y tomadores de decisión. Yo he intentado reunirme con el representante legal de esa constructora y ha sido imposible porque siempre mandan ingenieros que no son tomadores de decisión. Eso retrasa los compromisos con la ciudad” concluyó.