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El Hospital San Vicente Fundación, en Medellín, se declaró en emergencia, debido a que superó el 150% de su capacidad en la atención de urgencias, lo que, según alertó la institución, ha retrasado los tiempos de atención. Ante esto hicieron un llamado tanto a usuarios como al Centro de Regulación de emergencias.
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“Este nivel de ocupación genera tiempos de espera significativamente mayores y puede afectar la oportunidad de la atención. Sabemos que esta situación puede influir en la experiencia de nuestros pacientes, sus familias y cuidadores; por esta razón, todo nuestro equipo continúa comprometido con brindar una atención de calidad, aun en condiciones extraordinarias”, indicó el hospital en comunicado.
Ante esto, la institución hizo un llamado a los pacientes a hacer un uso adecuado del centro de alta complejidad, así como solicitó al Centro Regulador de Urgencias, Emergencias y Desastres (Crue) departamental y municipal tener en cuenta esta situación a la hora de priorizar traslados a esta institución.
Además, desde el hospital indicaron que con la declaratoria de la emergencia hospitalaria esperan “reorganizar esfuerzos para garantizar una atención segura y responsable para nuestros pacientes”.
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Una situación similar ya se había registrado el mes pasado (mayo) luego de que la sala de urgencias del mismo hospital alcanzó el 280 % de ocupación, lo que los obligó a declarar la emergencia hospitalaria. A la par, otras instituciones como el Hospital Pablo Tobón Uribe, el Instituto Neurológico Colombiano y el Hospital César Uribe Piedrahíta de Caucasia, también registraron para los mismos días ocupaciones superiores al 100 %.
Esta situación se viene registrando en diferentes centros médicos desde hace un año, debido a la disminución de camas en diferentes centros asistenciales y retrasos en las remisiones, a lo que se suman problemas en el funcionamiento de las EPS intervenidas, lo que genera barreras en la atención en salud.
En la lista también se encuentra el uso incorrecto de los servicios de urgencia, así como alta demanda cuando se presentan picos de enfermedades respiratorias en la ciudad, lo que satura las salas de urgencias, pero no las del resto de servicio de las instituciones.