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En medio de las polémicas que se han generado por la eliminación de dos grafitis de gran formato en Medellín, la Personería Distrital anunció que iniciará un proceso de vigilancia administrativa contra la alcaldía ante las irregularidades detrás del borrado de los dos murales que decían “Nos están matando” y “Las cuchas tienen razón”.
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“Una vez finalizada la vigilancia administrativa y después de recopilar los materiales probatorios, se determinará la remisión de las diligencias para averiguación disciplinaria o trasladarla a otra autoridad competente”, dijo la personera delegada de Vigilancia Administrativa e Instrucción Disciplinaria de la Personería, Yenny Serna Montoya.
Primero, la alcaldía eliminó el mural que se encontraba en la avenida Paralela, cerca de la estación Acevedo del Metro de Medellín, que decía “Nos están matando” y que fue hecho en el marco del Paro nacional, en 2020, por el asesinato de líderes sociales. Luego de que apareció la pared completamente gris, los artistas volvieron a pintar el muro, pero días después, el concejal Andrés Rodríguez, conocido como “El Gury” (Centro Democrático) volvió a pintar la pared de gris.
Los artistas publicaron un comunicado rechazando las acciones y volvieron a intervenir el muro, pero esta vez escribieron la frase: “El arte no se calla”, junto a los rostros Pedro Nel Ospina, Débora Arango y Jaime Garzón. Sin embargo, mientras esta polémica avanzaba, ya que el concejal Gury aludió a que los artistas no contaban con los permisos para intervenir la pared; en otra parte de la ciudad, en el deprimido de la Terminal del Norte, desapareció otro mural con la frase “Las cuchas tienen razón”, que había sido pintado recientemente.
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En este caso, los artistas pintaron la frase y la imagen de Margarita Restrepo, quien busca a su hija Carol Vanessa, que desapareció durante la operación Orión en la Comuna 13 en el año 2002, además, la mujer integra el colectivo Mujeres Caminando por la Verdad, así como una imagen de Álvaro Uribe, junto a la frase “Yo di la orden”.
Así como ocurrió con el primer grafiti, los colectivos volvieron al lugar y pintaron de nuevo los murales que fueron eliminados por la alcaldía. Luego de esto, se conoció que se solicitaron los permisos correspondientes, así como la Secretaría de Cultura citó a la mesa Graff, que integran varios grafiteros de Medellín, para dirimir las diferencias que han desatado la eliminación del mural en diferentes sectores políticos de la ciudad como nacionales, incluido el presidente Petro.
Ante lo ocurrido, el alcalde Federico Gutiérrez aseguró que “hay algunos que consideran arte la ofensa a otros. Hay algunos que consideran arte querer ensuciar la ciudad. Y hay una cosa muy clara, mi apoyo completo al arte y así lo voy a seguir haciendo. Pero también como alcalde poner orden en una ciudad que la gente la quiere ver siempre limpia y bonita”, mientras que el secretario de Cultura, Santiago Silva, afirmó que esta administración se busca pintar 30.000 metros de murales.