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El sacerdote Andrés Felipe Hio, vocero de la Fraternidad Sacerdotal Misionera Ad Gentes y de la Corporación Internacional de Defensa de Derechos Humanos Corpas, denunció amenazas de muerte tras años de advertencias ignoradas sobre la situación humanitaria en el corregimiento Altavista, especialmente en el sector Mano de Dios.
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Hio expuso la situación de seguridad, donde indicó que bandas criminales, como Los Chivos y disidencias de las Farc, se disputan el control territorial, aprovechando la vulnerabilidad de la población para actividades ilícitas como el microtráfico.
“Cuando yo hablé de los loteos ilegales que vienen haciendo las bandas allí, alias James (cabecilla de Los Chivos) me mandó el primer panfleto y me dijo que no me metiera en el tema de los loteos, que eso no es problema mío. Pero eso sí es problema mío porque afecta a esta comunidad”, indicó el sacerdote a El Colombiano.
Por denunciar estos hechos, Hio ha sido señalado mediante un panfleto amenazante con sangre y una bala pegada en el parabrisas de su vehículo, tras lo cual se encontraron casquillos de bala en el lugar donde se congregaba con la comunidad.
El conflicto en esta zona se acrecentó luego del desalojamiento por parte de las autoridades, debido al impacto de la ola invernal que azotó la zona en abril y al desordenado crecimiento urbano provocado por el asentamiento de familias desplazadas en zonas no aptas.
“Allá hay un abandono total. No se ha caracterizado a las personas, no hay alimentos para los desalojados, incluso tenemos denuncias de que se está pidiendo certificar a los niños para acceder a ayudas. Hay gente que aguanta hambre porque les tumbaron las casas con lo poco que tenían adentro”, agrega el religioso a El Colombiano.
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