El sector de bares y discotecas ha sido uno de los más afectados por la crisis económica derivada de la pandemia. Tras casi seis meses de cierre, en medio de la reactivación del país, la expectativa es poder recuperarse de las pérdidas, aun cuando la reapertura del sector avanza a paso lento.
Camilo Ospina, presidente de la Asociación de Bares de Colombia (Asobares), señala que con el aislamiento selectivo se traza un camino claro para la reactivación del sector de bares y restaurantes que, según cifras del DANE, genera ingresos por $9,1 billones al año en el país.
En esta nueva fase de aislamiento, que inició el 1.° de septiembre, ya no se habla de excepciones, sino de restricciones puntuales como el consumo de bebidas alcohólicas en espacios públicos y establecimientos de comercio. Sin embargo, los alcaldes podrán solicitar autorización al Ministerio del Interior, que también deberá ser validada por el Ministerio de Salud, para implementar planes pilotos en establecimientos con venta de bebidas embriagantes.
En el debate de control político de la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, el viceministro para las Relaciones Políticas, Daniel Palacios, comentó que el expendio de licor no se prohibió, sino su consumo en establecimientos y espacios públicos. Agregando que han sido los alcaldes quienes, en su autonomía, han establecido restricciones de horario o medidas como la ley seca. Si bien en esta fase podrá haber consumo de licor, los municipios que ya solicitaron el piloto no han recibido autorización´, porque no se ha emitido el protocolo de bioseguridad por parte del Ministerio de Salud, según Palacios, ya están avanzando en el tema. “El protocolo tiene como anticipación que tendrá que ser en sitios donde haya ventilación”, dijo.
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De hecho, este jueves 3 de septiembre inició en Cali el piloto de bares y discotecas sin consumo de licor; recibe el nombre de “Agua’elulo”, una fiesta con más de setenta años de tradición. “Esta es nuestra estrategia de reactivación del sector de entretenimiento nocturno, en donde esperamos demostrarle a la ciudad y el país que Cali es capaz de generar espacios de diversión bioseguros”, le dijo a este diario Tatiana Zambrano, subsecretaria de Desarrollo Económico de Cali. El Bulevar del Río y el Parque Alameda serán, durante dos fines de semana, los epicentros de esta rumba que cumple todos los protocolos de bioseguridad.
En el Bulevar del Río se activaron ocho establecimientos, en Alameda participan 26 (19 de ellos son salsotecas y los demás, gastrobares), cada uno con ocho mesas de máximo seis personas, dentro de un cordón sanitario y con estrictos controles al ingreso. Hay un sonido central en donde los DJ tienen la oportunidad de mostrar su mejor repertorio; el baile está permitido entre los miembros de la mesa, pero no con los demás. El piloto avanza sin la venta de licor, porque Cali está esperando la aprobación del Ministerio. Manuel Pineda, presidente de Asobares capítulo Valle, informa que las cifras de pérdidas económicas durante estos seis meses son de $367.000 millones en Cali, con más de 53.000 empleos parados. Los dueños de estos establecimientos esperan abrir cuanto antes.
En Antioquia también llevan un registro de las pérdidas económicas. Juan Pablo Valenzuela, abogado y presidente de Asobares en este departamento, estima que estas ascienden a los $150.000 millones. Ya cerraron 1.500 establecimientos definitivamente. Aun así, están en constante comunicación con las alcaldías, avanzando en los protocolos de bioseguridad que ya socializaron, desde hace unos meses, con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Comercio. Ahora esperan que se expida la resolución sanitaria.
En cuanto a las discotecas, Valenzuela plantea que ante la Cámara de Comercio y el RUT estas tienen la misma actividad económica de los bares, por eso considera que “quien tenga discoteca, la podrá adaptar como bar para poder abrir más rápido”. El cronograma de apertura económica de Medellín contempla la reactivación de discotecas para la tercera semana de noviembre, la Alcaldía todavía no ha enviado la solicitud al Ministerio para el inicio de pilotos de bares.
En cambio, Barranquilla solicitó el permiso desde la semana pasada, cuando se anunciaron las nuevas medidas del aislamiento selectivo. Cartagena envió, el 4 de septiembre, la solicitud para la venta de licor en restaurantes y la próxima semana la Alcaldía se reunirá con el gremio de bares para contemplar las opciones del piloto.
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A Ibagué le han negado cuatro veces esta solicitud, afirmó Andrés Nossa, presidente de Asobares capítulo Tolima. En el departamento la asociación se consolidó durante la pandemia. De acuerdo con sus datos, las pérdidas son de casi $8.000 millones en los más de 170 días de cierre, teniendo en cuenta que este se mantuvo durante los puentes festivos de las fiestas de San Juan y San Pedro. Según Nossa, se acordó con la Alcaldía que solicitarán de nuevo el permiso la próxima semana. Por el momento, han planteado protocolos para la apertura de establecimientos a cielo abierto y están esperando los lineamientos definitivos para poder avanzar.
Según él, Asobares ha servido de puente entre los establecimientos, el Gobierno nacional y las administraciones municipales. “Hemos aportado en temas como reinvención, capacitaciones y creación de protocolos de bioseguridad”, señala. En esto coincide Manuela Ramírez, de Asobares Eje Cafetero, que por el momento funciona especialmente en Manizales. Según sus datos, en esta ciudad han perdido $4.500 millones mensuales y más de 2.000 empleos.
Ella cuenta que algunos gastrobares se inscribieron como restaurantes y han tenido acogida. La Alcaldía ya se comprometió a solicitar el piloto y se habilitó la plataforma de la Cámara de Comercio para ir subiendo los protocolos. Los dueños de bares y discotecas saben que se limitará el aforo y el consumo de bebidas alcohólicas, pero dicen estar preparados para una apertura segura.
Ospina cuenta que el 1.° de septiembre se creó la Alianza ASIP. En la que los comercializadores, Asobares, el Tour Gastronómico, importadores, Prolicores, Asovinos, productores, Acil y Caba se unen para impulsar el consumo responsable y las prácticas de autocuidado. “Presentaremos la campaña #ParaQueSeRepita, porque sí es posible consumir licor y respetar las medidas de autocuidado”, concluyó.