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En la sede de la fundación Benposta de Bogotá, que atiende a niños, niñas y adolescentes en riesgo de ser reclutados o que se han desvinculado de grupos armados, varios embajadores de países que hacen parte de la Unión Europea recibieron tres informes que contienen las memorias de menores de edad que estuvieron en las filas de las Farc. En el evento también hizo presencia el Alto Consejero para las Víctimas de Bogotá, Vladimir Rodríguez.
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El primer informe se trata de un documento en el cual hay varias recomendaciones para el Estado colombiano a la hora de atender a los menores de edad que han sido reclutados en el marco del conflicto armado. Según el Centro Nacional de Memoria Histórica más de 16000 personas sufrieron ese flagelo entre 1958 y 2015. En el acto de entrega participaron los embajadores de Austria, Bélgica, Portugal, Suecia, y dos delegados de Alemania y España, entre otros. “En Colombia reconocemos que ha habido un conflicto muy duro que ha tenido un impacto desproporcionados sobre los jóvenes”, dijo la embajadora de la Unión Europea, Patricia Llombart.
Los otros dos documentos se refieren a las memorias de los jóvenes que padecieron la Operación Berlín. Dicha acción militar empezó el 18 de noviembre de 2000, cuando el Ejército empezó una ofensiva en contra de la columna móvil Arturo Ruíz de las Farc en el páramo de Berlín (Santander). Esa estructura armada estaba integrada por unos 360 guerrilleros, de los cuales 150 eran menores de edad que fueron reclutados por ese grupo armado. En medio de los combates murieron por lo menos 74 niños, de los cuales algunos todavía se encuentran desaparecidos.
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Las víctimas de esos hechos todavía esperan la reparación estatal. Además, presentaron el caso a la Jurisdicción Especial para la Paz, a la Comisión de la Verdad y a la Comisión de Búsqueda de personas dadas por desaparecidas, entidades de las que esperan que logren esclarecer las responsabilidades tanto de los excomandantes de la guerrilla como de altos mandos militares que estuvieron al frente de la operación. “Esto debe formar parte de la curación del país. Que su verdad y su memoria pueda contribuir a hacer justicia y, sobre todo, a la no repetición”, insistió Llombart.
“Fue un momento muy importante, especialmente por el respeto y la dignificación que eso implica para la vida de este grupo de muchachas que están construyendo su proyecto de vida”, puntualizó el coordinador de Benposta en Colombia, José Luis Campo.
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A la entrega de los informes se sumó un diálogo que sostuvieron los diplomáticos y el funcionario de la Alcaldía con los niños, niñas y adolescentes que actualmente residen en Benposta. Dicha fundación previene el reclutamiento forzado, para lo cual en los casos más extremos traslada a los jóvenes desde sus regiones hasta un espacio seguro. Por eso, en medio de la conversación, víctimas recientes de intentos de reclutamiento le contaron a los embajadores las difíciles condiciones en medio de las que viven los menores de edad en regiones como Catatumbo, Arauca, Meta, Cauca y Buenaventura. “Eso ayuda a que los siete países que estuvieron ayer tomen consciencia de la realidad que está viviendo Colombia con respecto a las situaciones de riesgo que se mantienen” concluyó Campo.