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Contenido desarrollado en alianza con la Universidad Sergio Arboleda

¿Cuál es el valor de la filosofía en un mundo tecnológico y digital?

Esta disciplina milenaria lleva a cuestas la responsabilidad de cuestionar y responder las preguntas que surgen de la relación que el humano tiene con todo lo que lo rodea. Y ahora, en un mundo digital, de inmediatez y constante cambio, la responsabilidad social del filósofo se hace aún más necesaria.

08 de septiembre de 2022 - 02:45 p. m.
Pensamiento crítico, liderazgo, empatía y toma de decisiones son algunas de las habilidades del filósofo que son indispensables en el mundo digital. / Cortesía U. Sergio Arboleda
Pensamiento crítico, liderazgo, empatía y toma de decisiones son algunas de las habilidades del filósofo que son indispensables en el mundo digital. / Cortesía U. Sergio Arboleda
Foto: Cortesía U Sergio Arboleda

¿Cómo podemos forjar un mundo verdaderamente humano cuando lo único que tenemos por delante son máquinas más o menos eficaces? Esta es solo una de las preguntas que cuestionan hoy en día las relaciones sociales que predominan y que, en su mayoría, son mediadas por aparatos electrónicos. ¿Quiénes son los profesionales que están llamados a construir estos interrogantes y a responderlos? ¿Qué área del conocimiento puede brindar las herramientas para entender la sociedad de hoy?

La virtualidad, la inmediatez y todas las opciones que la revolución digital ha traído requieren de un factor humanístico que pueda, desde la contemplación, el análisis crítico y la formulación de preguntas, “responder las llamadas del ser humano y todo lo que él toca. La naturaleza, la tecnología, las relaciones sociopolíticas, las interpersonales. Todo está en constante cambio y requiere una atención para que desde la reflexión filosófica se haga un análisis racional”, dijo Liliana Irizar, investigadora de la Universidad Sergio Arboleda, quien reconoce que los filósofos tienen la responsabilidad social de hacerse preguntas que otras personas no se plantean.

Así, ante un escenario de cambio continuo, marcado por la revolución tecnológica y en el que es cada vez más indispensable el fortalecimiento de las habilidades blandas, la Universidad Sergio Arboleda promueve una maestría en Filosofía y Mundo Digital, la cual tiene la finalidad de afrontar de manera directa la revolución tecnológica y los retos del mundo digital, desde el rigor que exige la reflexión filosófica.

“Se trata de indagar las posibilidades reales que el mundo digital ofrece, teniendo en cuenta la necesidad de repensarlo críticamente. No solo es adaptarnos al universo digital, sino también afrontarlo de manera crítica, se trata de hacer del mundo digital algo que esté a la altura de lo humano. Eso es lo que pretendemos con la maestría en Filosofía y Mundo digital, porque la filosofía no puede quedarse en abstracciones ajenas al mundo y la realidad. Esta maestría no solo pretende el mundo digital, pensar su sentido, sus posibilidades; sino también que la filosofía se piense a sí misma críticamente, para ver si está respondiendo a la exigencias que el mundo plantea”, explicó Alejandro García, director de la Maestría en Filosofía y Mundo Digital de la Universidad Sergio Arboleda.

Pero no se trata únicamente de plantear preguntas, sino también, pensar en soluciones innovadoras, y es allí donde las prácticas y el ejercicio del filósofo ayudan a construir respuestas, con el objetivo de incidir en la construcción misma de la sociedad. “El tema de cómo enseñamos y cómo tratamos de darle al otro la oportunidad de que se pregunte si es necesaria esa inmediatez. Tenemos que aprender el arte de demorarnos. El arte de demorarse es una gran reflexión frente al problema de la inmediatez. Desde este arte de la demora, desde la contemplación, desde una mirada amorosa, una mirada que trata de tomar distancia de lo inmediato, y con un ejercicio de autodistanciamiento se pueden ver cosas que antes no”, destacó Liliana Irizar.

Este autodistanciamiento y el arte de la demora cobran aún más importancia en este mundo digital en donde la información -o sobreinformación- se encuentra a un clic de distancia, por eso, sin importar el sector al que se pertenezca, se requiere de profesionales con perspectiva crítica para poder ponerse en el lugar del otro y pensar en términos universales.

“La sociedad exige mentes críticas, exige un nuevo tipo de acceso al conocimiento, no se trata de dónde está la información, sino lo que tenemos que saber es filtrarla. El futuro profesional no es aquel que tiene en su cabeza ciertos conceptos, sino que, es alguien que sabe adoptar la actitud correcta ante el mundo. Aquellos que saben establecer en su entorno relaciones efectivas, con capacidades comunicativas. Y eso queremos en el posgrado, porque la revolución tecnológica no es la revolución de las máquinas, lo importante son las relaciones que uno establece entre lo humano”, aseguró el director.

Ese enfoque filosófico humanista que caracteriza a La Sergio pretende generar profesionales que, desde una base académica interdisciplinar, propongan respuestas o soluciones innovadoras a aquellos cuestionamientos que tengan que ver con la manera en que las personas están en el mundo, entendiendo que la innovación no se limita a la tecnología.

“Si no te detienes en esa mirada nueva no aparece la innovación, y la innovación es fruto del espíritu, la innovación no viene a través de la tecnología, las tecnologías nos ayudan a la innovación, son una herramienta poderosa y maravillosa, pero la mirada innovadora es la mirada de un sujeto humano, que él mismo es una novedad. Lo más novedoso es una vida que nace. Y ese ser, maduro, con más o menos una adultez, puede ver la realidad con una perspectiva nueva, pero hay que cultivarla” mencionó la investigadora Sergista, Liliana Irizar.

Asimismo, lo que permite la filosofía es agudizar la capacidad crítica para tomar decisiones relevantes en diferentes ámbitos, decisiones que vayan más allá del sentimiento. Y aunque el mundo exige personas preparadas técnicamente, también requiere mentes críticas capaces de poner en tela de juicio lo que se les dice, capaces de criticar su propia tradición y propender por una respuesta común que pueda solventar las problemáticas actuales.

“El mundo tecnológico exige que puedas adaptarte a él, pero adaptarse al mundo tecnológico requiere que uno pueda decidir entre todo lo que se ofrece, aquello que de verdad permite trabajar por la construcción de un universo humano, y eso solo se logra con la capacidad crítica y rigurosa, y eso la brinda, entre otras cosas, la reflexión filosófica”, concluyó Alejando García, director de la Maestría en Filosofía y Mundo Digital de La Sergio.

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