Durante una jornada de perifoneo que lideró el gobernador encargado de Chocó, Jefferson Mena, junto al alcalde de Quibdó, Martín Sánchez, para invitar a los ciudadanos a mantenerse aislados en casa, los vendedores ambulantes se molestaron y exigieron ayudas humanitarias. Les dijeron a los mandatarios que si no quieren que ellos salgan a las calles, se aseguren de que los ayuden durante el confinamiento.
Los vendedores dicen que los productos como los pescados se dañan debido a que no hay quien los compre. Esa situación les preocupa porque es la única forma de sobrevivir que tienen desde antes que llegara el coronavirus a Colombia.
También le puede interesar: Chocó: sin camas de UCI en la red de salud pública ni bioseguridad para médicos
“Era una campaña de sensibilización por el desespero que tenemos de que no se está respetando la cuarentena en la ciudad. Tememos que pase lo peor con esta pandemia”, explicó Jefferson Mena, gobernador encargado de Chocó a El Espectador.
También le puede intersar: Alcalde de Barranquilla propone al Gobierno reabrir el sector de servicios independientes
Las medidas de la fuerza pública no han sido efectivas para controlar la salida de los ciudadanos a las calles, cuenta el gobernador. A la fecha, la Policía ha puesto 2.382 comparendos en el departamento por violar el aislamiento obligatorio.
También le puede interesar: Gobierno subsidiará parte de los salarios de las empresas afectadas por la cuarentena
El alcalde de Quibdó ordenó ley seca en la ciudad desde el jueves 7 de mayo hasta el lunes 11 de mayo. “Estamos pensando en medidas mucho más restrictivas para impedir la circulación de las personas”, concluyó el gobernador encargado.
Así quedó registrada la inconformidad de una vendedora de pescado