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En la última semana algunos habitantes de Cartagena le pedían al alcalde, William Dau, que evaluara los procedimientos que los médicos estaban utilizando para asegurar que una persona era positiva para COVID-19 o que había muerto por esta enfermedad. “Qué les pasa a estos médicos de las clínicas y hospitales, que las personas van por un dolor de dedo y terminan declarando por COVID. Ya estamos cansados con esas inconsistencias”, eran algunas de las denuncias que circulaban a través de Facebook. (Vea aquí toda la información sobre coronavirus)
Ante los quejas, algunas personas utilizaron esta red social para amenazar de muerte a los médicos que atienden en primera línea el COVID-19 en Cartagena. “Yo sigo insistiendo en que hay que matar a dos o tres médicos de cada clínica u hospital. Caiga quien caiga” “De igual manera la salud está por el suelo, de que nos vale ir al médico si nos van a infectar, para matarnos y sin poder hacer nada. Así que la guerra”, son algunas de las amenazas.
Virgil Carballo, presidente de la sociedad Colombiana para Medicina Interna, explicó que las amenazas se están presentando porque en Cartagena difunden comentarios sobre el tratamiento que les están dando los médicos a los pacientes con COVID-19. Se difundió que a los médicos les están dando dinero por cada paciente que diagnostiquen como positivo o por cada persona que muera por esta enfermedad. (Le puede interesar: Médicos afirman que el presidente Duque no les ha cumplido)
Quizás, aseguró Carballo, la cantidad de casos que hay en la ciudad han llevado a que se impulsen estos comentarios. Para él, la pandemia dejó al descubierto los problemas que tenía el sistema de salud y, además, las EPS no hicieron las pruebas suficientes, ni el seguimiento adecuado de las personas contagiadas y su cerco epidemiológico.
Además, aclaró el especialista, la brecha económica que existe en la ciudad llevó a que muchas personas no acataran la cuarentena con orden porque debían salir a buscar su sustento diario. Situación que se relejó en el mercado de Bazurto o en Boca Grande, por ejemplo. (Le puede interesar: Médicos recién graduados: de la universidad directo a una pandemia)
“Para la gente es difícil de entender que un paciente que llegue a urgencias por una fractura en la cadera, termine siendo positivo. Por eso dicen que a todo el mundo le ponen el diagnóstico de COVID-19. No entienden que ese paciente podía estar infectado antes de ir al centro de salud; se pudo contaminado en la clínica; o un familiar asintomático pudo contagiarlo. Pasó en una de las entidades en las que trabajo”, manifestó Caballo a El Espectador.
Carballo añadió que, en algunas ocasiones, los médicos diagnostican a la persona como positiva por los síntomas o resultados en las placas radiologías, un diagnóstico que hacen mientras esperan las pruebas para empezar un tratamiento a tiempo. “Algunos pelean porque uno les dice el resultado y la prueba sale negativa, pero no tienen en cuenta que hay falsos negativos. Estas pruebas PCR también tienen un margen de error”.
Una de las personas que amenazó a los médicos a través de Facebook fue detenida y ahora deberá enfrentar un proceso con la Fiscalía. (Lea: Los retos del sistema de salud de Colombia frente al COVID-19)
Actualmente, Cartagena ya tiene más del 80% de la capacidad de sus UCI y los médicos luchan para que la tasa de mortalidad de la ciudad no sea la más alta de Colombia. “Muchos de los pacientes que nos llegan, vienen ya con paro respiratorio y es muy difícil salvarlos. Llegan tarde tal vez por miedo. Lo importante es reconocer los síntomas y que puedan ser atendidos a tiempo”, concluyó el médico.