Mujer de 24 años, esposa de un guardia de la cárcel de Villavicencio, murió de COVID-19

El 18 de abril Andrea Sotelo dio negativo para la prueba del nuevo coronavirus. Sin embargo, se aisló junto a su esposo desde entonces. Fue internada en cuidados intensivos el pasado 21 y falleció este viernes. Esta es su historia.

Felipe Morales Sierra - @elmoral_es
02 de mayo de 2020 - 01:44 a. m.
Al momento hay 422 casos confirmados de COVID-19 en la cárcel de Villavicencio.  / Cortesía
Al momento hay 422 casos confirmados de COVID-19 en la cárcel de Villavicencio. / Cortesía

Este viernes estuvo lleno de zozobra en Villavicencio, pues se reportó una muerte más por el nuevo coronavirus. Se trata de Andrea Sotelo, estudiante de enfermería de 24 años. Al parecer, la mujer contrajo el COVID-19 a través de su esposo, el dragoneante de la cárcel de Villavicencio, Mauricio Urueña, quien también tiene la enfermedad y se encuentra en un delicado estado de salud.

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Según conoció este diario por fuentes de la Alcaldía de Villavicencio, el 11 de abril, antes de que estallaran los primeros contagios en el centro de reclusión, a través de redes sociales les llegaron alertas de un posible caso de COVID-19 en un dragoneante del Inpec: era Mauricio Urueña. La administración municipal inició el acompañamiento y el 13 de abril les tomaron la prueba al funcionario y a su esposa. 

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Cinco días después, el 18 de abril, les llegaron los resultados: el dragoneante dio positivo y su esposa, Sotelo, dio negativo. Sin embargo, ella presentaba síntomas asociados a la enfermedad y ya para entonces se habían confirmado tres muertes de reclusos de la cárcel de la capital del Meta, así como 20 contagios activos: 13 presos y 17 guardias, entre los que estaba Urueña, que además es líder sindical y preside la Unidad de Trabajadores Penitenciarios en la ciudad.

Al verse enfermos, la pareja le pidió a la administración municipal que les facilitar un lugar donde aislarse, pues compartían su vivienda con más familiares y su pequeña hija. Fue así como los ingresaron al centro de aislamiento creado por la Alcaldía, pero la noche fue fatal. A Andrea Sotelo no le bajaba la fiebre de los 39°. Aunque de la EPS a la que estaba afiliada le enviaron una ambulancia, ella desistió, pues no quería dejar solo a su esposo.

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Al día siguiente, entonces, personal de la EPS y del Hospital Municipal acudieron al centro de aislamiento. Le explicaron que por su condición era necesario internarla para mantenerle vigilancia a su estado de salud. Ella, aseguran fuentes de la Alcaldía, insistió en que no quería ser trasladada, pues no quería dejar solo a Urueña, a pesar de que ella estaba aún más grave que él.

El 21 la salud de Sotelo empeoró mucho más y se hizo necesario trasladarla al Hospital. La internaron de inmediato en cuidados intensivos y allí permaneció bajo vigilancia médica hasta este viernes, primero de mayo, cuando falleció. Al dragoneante Urueña, entonces, le tuvieron que entregar dos noticias este viernes: él venció la enfermedad, pues preciso hoy le entregaron su segunda prueba y dio negativo, pero su esposa no la venció.

Según supo este diario, al informarle a Urueña del fallecimiento de su esposa, él entró en completo shock y tuvo que ser internado a urgencias por el malestar psicológico que le causó la noticia. Al parecer, el dragoneante expresó sentir mucha culpa. Su hija, mientras tanto, está al cuidado de sus familiares. A la fecha, aunque ya hay 422 casos de COVID-19 en la cárcel donde trabaja Urueña, sigue sin esclarecerse como entró el virus al centro de reclusión.  

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A través de un comunicado público, uno de los sindicatos del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), la Unidad de Trabajadores Penitenciarios, expresó: “En nombre propio, de su familia UTP, de todos los compañeros penitenciarios, le expresamos a Mauricio, sus familiares y amigos nuestro más sentido pésame, que Dios la reciba en su seno en nombre del señor y les brinde consuelo y resignación en este momento devastador”.

El alcalde de Villavicencio, Felipe Harman, expresó su sentido pésame a través de sus redes sociales. 

Por Felipe Morales Sierra - @elmoral_es

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