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Los tres obispos de Nariño, ubicados en las ciudades de Pasto, Tumaco e Ipiales, le pidieron al presidente Iván Duque dar una “atención urgente, diferenciada e integral” al departamento que se ha convertido en lugar de paso de los venezolanos que quieren regresar a su país provenientes de Ecuador. Igualmente, la situación en el país vecino, uno de los más afectados por el COVID-19 en la región, es otra razón por la que piden acciones urgentes.
Son seis puntos que le piden al presidente. Siendo el primero, el fortalecimiento de la red hospitalaria, “que tenga la capacidad suficiente para atender cualquier emergencia que pueda presentarse. Para ello, urgen apoyos económicos y acompañamiento de las autoridades de salud nacionales para avanzar prontamente en tal sentido”. Así mismo, exigieron porque el personal sanitario cuente con los elementos necesarios para atender el coronavirus.
En segundo, debido a la crisis humanitaria que se presenta por el tránsito de venezolanos, exhortan al Gobierno a que haga un tratado binacional con el fin de crear un corredor humanitario que permita el acceso de los ciudadanos desde Ecuador hacia Venezuela a través de “controles fronterizos establecidos” y de rutas dentro del territorio para evitar el contagio del virus en municipios que no presenten casos.
Así mismo, este problema también requiere de recursos y, por tanto, los obispos piden “un fondo específico de ayuda humanitaria para la zona fronteriza, que sirva de alivio a este golpeado departamento, con particular atención a la zona de Tumaco e Ipiales, dado el impacto que allí se ha tenido por el deterioro en el intercambio comercial con el vecino país”.
Ese dinero que piden para la región también debe de verse reflejado en la compra de pruebas para aplicarlas a los ciudadanos venezolanos que entran a Colombia, con el fin de “evitar la propagación del virus”.
En quinto lugar, llaman la atención sobre las comunidades afrodescendientes e indígenas (Awá, Pastos y Quillasingas), las cuales “se encuentran aisladas,enfrentando múltiples carencias, en alto riesgo de contagios por los frágiles sistemas de salud que poseen y el paso permanente de venezolanos por sus territorios, y la presencia de fuerzas ilegales que generan conflicto en la región”.
Por último, piden ponerle foco a la educación, especialmente en tiempos de pandemia, “con el fin de apoyar la formación de nuestros niños y jóvenes, evitando exponerlos por su déficit educativo a caer en las redes de los grupos delincuenciales y estructuras organizadas del narcotráfico que están en esta región”.