Desde el punto de vista humano, 50 mil años parecen una eternidad. Sin embargo, en términos evolutivos, es apenas un suspiro. La evolución no ha terminado y, aunque la tecnología ha cambiado la forma en que los humanos sobreviven y se reproducen, los mecanismos biológicos siguen funcionando.
El futuro de nuestra especie dependerá de tres factores principales: la globalización genética, la selección sexual y la biotecnología. Los científicos anticipan que estos elementos modificarán nuestro aspecto y biología de manera sorprendente. Pero, ¿qué tan drásticos serán estos cambios?
Un mundo con menos diversidad genética
La globalización y el aumento de la migración están haciendo que las diferencias genéticas entre poblaciones disminuyan. Jason Hodgson, antropólogo evolutivo, señala que, en un futuro lejano, los humanos podrían tener una apariencia más homogénea. Los rasgos físicos regionales, como la piel oscura en África o los ojos claros en Europa, podrían diluirse en una mezcla genética global.
Sigue a Cromos en WhatsAppEste fenómeno se asemeja al cruce de razas de perros: cuando se mezclan lo suficiente, las características más distintivas desaparecen. Aunque algunos rasgos podrían persistir por selección sexual o adaptaciones específicas, la humanidad del futuro probablemente tendrá menos variabilidad fenotípica.
Los humanos podrían tener una apariencia más homogénea debido a la mezcla continua de las razas por fenómenos sociales como la migración.
La selección sexual nos hará más altos y atractivos
Nick Longrich, paleontólogo y biólogo evolutivo, predice que en 50 mil años seremos, en promedio, más altos. La razón es simple: la altura suele considerarse atractiva y, al elegir pareja, este rasgo se transmite a las siguientes generaciones.
El concepto de atractivo también evolucionará. Hoy en día, la simetría facial y ciertos rasgos son vistos como deseables, pero en el futuro, cuando la mayoría comparta esas características, ¿qué se considerará bello? La evolución de los estándares de belleza seguirá siendo moldeada por la cultura y la biología.
La era del humano editado genéticamente
El cambio más radical vendrá de la mano de la biotecnología. La edición genética con herramientas como las Repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente espaciadas (CRISPR, por sus siglas en inglés) ya es una realidad y, aunque su uso en humanos es limitado por razones éticas, en el futuro podría ser la norma.
Thomas Mailund, bioinformático de la Universidad de Aarhus, sugiere que en los próximos siglos perfeccionaremos la manipulación genética para evitar enfermedades e incluso modificar rasgos físicos. En 50 mil años, los humanos podrían diseñarse a sí mismos de manera tan sencilla como hoy cambiamos de corte de cabello.
No, no tendremos alas ni branquias
A pesar de estos cambios, la ciencia descarta transformaciones extremas. Crecer alas o desarrollar branquias tomaría millones de años y requeriría presiones ambientales drásticas.
Lo que sí es posible es que surjan subpoblaciones con adaptaciones específicas, dependiendo del entorno en el que vivan. Algunas podrían desarrollar resistencia a ciertas enfermedades, metabolismo más eficiente o incluso adaptaciones a la vida en otros planetas si la colonización espacial se concreta.
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El futuro está en nuestras manos
La humanidad dentro de 50 mil años será producto de la interacción entre biología, cultura y tecnología. Aunque algunos cambios serán naturales, otros dependerán de las decisiones que tomemos sobre nuestra propia evolución.
¿Nos dirigimos a un futuro donde la selección natural cederá ante la selección artificial? Quizá la mayor incógnita no sea cómo cambiaremos, sino hasta qué punto seremos los arquitectos de nuestro propio destino.
*Contenido generado con asistencia de la IA.