Lina Tejeiro ha demostrado ser una de las actrices más influyentes de Colombia, no solo por su talento, sino por la manera en que enfrenta las críticas. Recientemente, sus seguidores y detractores volvieron a poner el foco en su cuerpo, pero en lugar de quedarse en silencio, la actriz de ‘Nuevo Rico, Nuevo Pobre’ respondió con humor e inteligencia.
La actriz dejó claro que sí, ha subido unos kilos, pero no por ello deja de sentirse espectacular. Su respuesta encierra un mensaje poderoso: opinar sobre el cuerpo de alguien más no solo es innecesario, sino que puede ser dañino. Aquí es donde entra en juego la ‘regla de los 5 segundos’.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Qué es la ‘regla de los 5 segundos’ y cómo puede cambiar la conversación?
Este concepto no tiene una definición científica, pero se basa en una premisa sencilla: si ves algo en el físico o la apariencia de otra persona que no se pueda arreglar en cinco segundos, no lo menciones. Es una versión moderna del clásico “si no tienes nada bueno que decir, no digas nada”.
Por ejemplo, situaciones como el cierre del pantalón abajo o un poco de comida entre los dientes son algunas que se pueden solucionar en 5 segundos. En estos casos, lo indicado es acercarse a la persona en privado y de forma cautelosa hacerle saber lo que estás viendo para evitar avergonzarla.
Ahora bien, si notas que una persona tiene sobrepeso (o que está muy flaca), que sufre de acné en su rostro o que se está quedando sin cabello, es mejor callarlo. Estas son condiciones que no se solucionan en 5 segundos, y que seguramente ya causan inseguridades por sí solas, sin necesidad de que alguien más las mencione.
En el caso de los famosos como Lina Tejeiro, día tras día son blanco constante de opiniones sobre su físico. En redes sociales y en conversaciones cotidianas, muchos sienten la libertad de comentar sobre el peso, la apariencia o los cambios en el cuerpo de alguien más, sin considerar el impacto que estas palabras pueden tener.
Ahora bien, aplicar la ‘regla de los 5 segundos’ no significa censurar la conversación, sino hacerla más consciente. Por eso, también la puedes ver de esta forma: antes de hacer un comentario sobre el cuerpo de alguien, pregúntate:
- ¿Este comentario aporta algo positivo?
- ¿Es realmente necesario?
- ¿Estoy proyectando mis propios prejuicios en esta opinión?
Si después de cinco segundos la respuesta sigue sin ser clara, es mejor no decirlo.
Lina Tejeiro y la presión estética: ¿por qué no hablar del cuerpo de una persona?
El caso de Lina Tejeiro no es aislado. Famosos de todo el mundo enfrentan la misma presión estética y reciben críticas constantes por subir o bajar de peso. Pero, ¿por qué persiste esta obsesión por el cuerpo ajeno?
- Cultura de la imagen: la sociedad ha normalizado opinar sobre la apariencia de otros como si fuera un tema de interés público.
- Redes sociales sin filtros: internet amplifica comentarios que antes quedaban en conversaciones privadas, volviéndolos virales en segundos.
- Falsa preocupación: muchos disfrazan la crítica como “preocupación por la salud”, cuando en realidad solo replican estereotipos de belleza.
En el caso de Lina, su respuesta con humor y seguridad demuestra que es dueña de su cuerpo y su narrativa. No debe explicaciones a nadie. Y lo mismo aplica para cualquier persona fuera del mundo del espectáculo.
Te puede interesar: ¿Por qué el meme “no acepto” redefine el amor propio? La historia tras el video
El mensaje final: cambiar la conversación empieza en 5 segundos
Más allá de Lina Tejeiro y los famosos, la ‘regla de los 5 segundos’ es una herramienta útil en cualquier entorno. Antes de hacer un comentario sobre el cuerpo de alguien, vale la pena reflexionar: ¿estoy sumando algo positivo o simplemente reproduciendo una costumbre dañina?
La belleza, el peso y la apariencia son cuestiones personales. Si Lina Tejeiro, con su influencia y seguridad, ha demostrado que puede ignorar las críticas y seguir brillando, el resto también puede empezar a cambiar la conversación.
Así que, la próxima vez que surja la tentación de opinar sobre el cuerpo ajeno, recuerda: si no puede decirse en cinco segundos de manera positiva y sin causar daño, es mejor guardarlo.
