¿Qué es y para qué sirve la creolina?
La creolina es un producto químico obtenido de la mezcla de ácido fenol, ácido cresílico, disolventes y emulsionantes, la cual combate los microorganismos que causan la suciedad y los malos olores. También limpia y desinfecta superficies con alta carga microbiana.
Este químico mata y elimina microorganismos como bacterias, hongos y mohos presentes en la mayoría de superficies como baños, cañerías, tuberías, cocinas, pisos e incluso prendas de vestir como zapatos y ropa.
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El uso de la creolina se ve también en la agricultura, porque es utilizada como un pesticida natural para controlar plagas en cultivos. La aplican en plantas, suelos y ambientes para eliminar insectos y otros organismos dañinos.

En la agricultura la creolina es muy utilizada para el cuidado y limpieza de cultivos.
¿Cómo usar creolina en la limpieza?
Para usar el producto en superficies, se debe diluir 1/2 taza (120 ml) del químico en 10 litros de agua, aplicar sobre el área a limpiar, dejar actuar por máximo 15 minutos y enjuagar con abundante agua o un trapo húmedo por si lo llegan a usar en zonas más pequeñas como el baño.
¿Qué efectos tiene la creolina en el cuerpo humano?
Para el uso doméstico de este químico, es muy importante usar elementos de protección, ya que su olor o el exceso del líquido puede ser perjudicial para la salud.
Se debe usar guantes, gafas de seguridad, overol o delantal impermeable para evitar contacto con la piel, si no, al contacto con los ojos puede causar irritación severa y lesión ocular. En contacto con el cuerpo puede causar ardor, ampollas y en caso de ingestión, puede causar erosión de las membranas de la mucosa, vómito, colapso circulatorio y confusión.
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Algunas precauciones son:
- Mantener fuera del alcance de los niños.
- No mezclarlo con otros productos químicos.
- No reutilizar el envase o botella para almacenar agua, alimentos o bebidas.
- Almacenar en un lugar fresco y sin exposición a la luz directa del sol.
- Después de abierto usarlo en un plazo máximo de seis meses.
Es importante tener en cuenta que el uso de creolina debe ser controlado y en concentraciones adecuadas (puede ser tóxico si se usa en exceso).
