Bostezar es un acto tan común que pocas veces se cuestiona. Desde bebés hasta ancianos, todos lo hacen varias veces al día, incluso los animales. Pero, ¿por qué bostezamos?
Durante años, se pensó que solo tenía que ver con la oxigenación del cuerpo o el estiramiento de músculos, pero un estudio reciente del Instituto Politécnico de la Universidad Estatal de Nueva York ha revelado una función aún más sorprendente: el bostezo ayuda a regular la temperatura del cerebro.
Sigue a Cromos en WhatsAppY no solo eso. La duración del bostezo parece estar directamente relacionada con la cantidad de neuronas de cada especie. Cuanto más grande y complejo es el cerebro, más largo es el bostezo. Entonces, lejos de ser una señal de pereza, es un mecanismo esencial para mantener la mente alerta.
Bostezar: un aire fresco para el cerebro
El estudio publicado en Communications Biology en 2021 confirmó que el bostezo no es solo una inhalación profunda de aire, sino un método natural para enfriar el cerebro. Cuando la temperatura cerebral se eleva—ya sea por fatiga, estrés o incluso aburrimiento—bostezar permite la entrada de aire frío, lo que mejora la circulación sanguínea y ayuda a mantener la mente en estado óptimo.
“El cerebro funciona mejor a una temperatura ideal, y el bostezo es un mecanismo de regulación”, explicaron los investigadores. Esto explica por qué bostezamos más cuando estamos cansados: nuestro cerebro necesita un “reset” para recuperar su eficiencia.
¿Para qué sirve el bostezo en humanos y animales?
No solo los humanos bostezan. Peces, ranas, pájaros, gatos e incluso delfines han sido observados haciéndolo. La razón parece ser la misma: regular la actividad cerebral. De hecho, se ha comprobado que los animales con cerebros más desarrollados, como los mamíferos, tienen bostezos más prolongados.
Los científicos también han explorado otra teoría: el bostezo como reflejo social. En muchas especies, bostezar es un comportamiento contagioso. En los humanos, ver a alguien bostezar—o incluso leer sobre ello—puede inducir el mismo efecto. Este fenómeno ha sido relacionado con la empatía y la conexión social, lo que explicaría por qué las personas con menos sensibilidad emocional, como los pacientes con ciertos trastornos neurológicos, bostezan menos en respuesta a los demás.
¿Cuándo un bostezo es señal de alerta?
Aunque el bostezo es una función natural y saludable, hacerlo en exceso podría ser un síntoma de problemas subyacentes. Existen condiciones médicas, como la esclerosis múltiple o los trastornos del sueño, que pueden aumentar la frecuencia de los bostezos debido a alteraciones en la regulación de la temperatura o en la oxigenación cerebral.
Si alguien bosteza excesivamente y sin motivo aparente, es recomendable consultar con un especialista. Las preguntas clave que los médicos suelen hacer incluyen:
- ¿Cuántas veces bosteza al día?
- ¿El bostezo interfiere con sus actividades normales?
- ¿Siente sueño excesivo durante el día?
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El bostezo: un misterio aún sin resolver
A pesar de las múltiples teorías y hallazgos científicos, el bostezo sigue siendo un enigma. Aunque se ha descubierto su papel en la regulación del cerebro, aún quedan preguntas sin respuesta: ¿Por qué es tan contagioso? ¿Tiene otras funciones desconocidas?
Lo que es seguro es que el bostezo no es solo un signo de cansancio, sino una herramienta vital para el cerebro. Así que la próxima vez que alguien bostece frente a usted y sienta la necesidad de imitarlo, recuerde: no es un simple reflejo, sino un mecanismo sofisticado de su organismo para mantenerse alerta y saludable.
Y ahora, díganos: ¿cuántas veces ha bostezado mientras leía este artículo?
*Contenido generado con asistencia de la IA.
