La especialista recomienda que se lleve a cabo un apoyo psicológico o psiquiátrico, ya que esta es una patología con un alto impacto psicoemocional.
La médica dermatóloga Lily Belmonte comentó para la revista Cromos que esta enfermedad autoinflamatoria tiene una prevalencia mundial estimada del 1%. “Cabe resaltar que las mujeres presentan de tres a cinco veces más posibilidades de padecer esta afección que los hombres y la incidencia en el sexo femenino es mayor entre los 20 y los 40 años”. Belmonte indica que a partir de los 55 años se observa una disminución significativa de la prevalencia de la enfermedad en ambos sexos.
La aparición de esta silenciosa enfermedad (HS) en algunos casos ocurre por alteraciones genéticas. Se estima que algunos pacientes que la padecen tienen antecedentes familiares. “Los factores ambientales también pueden afectar; pero otra de las causas es la obesidad, que tiene una fuerte relación entre la severidad de la hidradenitis con el aumento del índice de masa corporal del paciente”.
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Según la dermatóloga no solo son estas causas, su aparición también puede estar relacionada con el tabaquismo “Aumenta todas las probabilidades de padecer (HS), siendo mayor en los fumadores activos en aproximadamente un 89%, que en los no fumadores o extabaquistas (11%). Por eso, el tabaquismo activo se asocia a formas más severas de la enfermedad”.
¿Cómo puedo detectar esta dolorosa enfermedad?
La hidradenitis supurativa es conocida con otros nombres como enfermedad de verneuil, apocrinitis o acné inverso. Algunos signos de alarma o síntomas que debes tener presente son los siguientes:
-Observar algunos puntos negros o comedones (espinilla o barro) que aparecen en la piel.
-Bultos rojos que causan dolor.
-Bultos dolorosos que son del tamaño de una arveja. También se pueden presentar fisuras o conductos anormales que drenan y supuran en algunas zonas del cuerpo.
-Formación de túneles que conectan los bultos debajo de la piel, cuyas heridas cicatrizan muy despacio y que en ocasiones no sanan. Estos pueden resolverse de manera espontánea al cabo de 7 a 15 días o progresar a abscesos, fistulas o cicatrices.
-En las mujeres se presenta en: la zona genital e inguinal, la zona axilar, el pliegue interglúteo, los glúteos, la región submamaria y la areola. Mientras que en los hombres los lugares son: la zona axilar, el genital, el pliegue interglúteo, los glúteos y la región submamaria. También, existen localizaciones menos frecuentes como la nuca, la región retroauricular, la cintura abdominal, el conducto auditivo externo, los párpados y el ombligo.
¿Qué tratamientos existen?
En cuanto a los tratamientos de esta enfermedad, la experta señala que existe medidas farmacológicas y en otros casos podemos corregir algunos factores de riesgo a partir de nuestros hábitos de consumo. “Algunos tratamientos que pueden ayudar a las lesiones iniciales y a mejorar en caso de procesos de sobreinfección es a través de los medicamentos tópicos y de los orales entre los que se encuentran los antiinflamatorio o inmunosupresores”.
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La dermatóloga también sugiere otras medidas no farmacológicas como usar ropa holgada que no contenga materiales sintéticos. “Deben identificar y corregir factores de riesgo como el tabaco, el sedentarismo, la alimentación, el alcohol, sobrepeso, enfermedades intestinales o inflamatorias”.
Belmonte comenta, en este caso, que las dietas sean bajas en lácteos, azucares, harinas refinadas y levaduras, las cuales contribuyen con la regulación de la respuesta inflamatoria. “Las dietas pueden complementarse con suplementos de zinc, vitamina D o cúrcuma para evita los desencadenantes de los surtos”.
Por otro lado, la especialista recomienda que se lleve a cabo un apoyo psicológico o psiquiátrico, ya que esta es una patología con un alto impacto psicoemocional. “Al ser una enfermedad crónica, debilitante, dolorosa y potencialmente discapacitante da lugar a la estigmatización, depresión, ansiedad y aislamiento ante el contacto sexual y físico, esto deriva en baja autoestima y afectación de la calidad de vida”.
