La fortaleza del cabello, su fortaleza, brillo y crecimiento están directamente influenciados por diversos factores internos, entre ellos, la presencia adecuada de ciertas vitaminas que desempeñan funciones clave en la estructura capilar.
A continuación, se describen las principales vitaminas necesarias para mantener el cabello saludable y cómo cada una de ellas contribuye a su bienestar.
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Es importante tener en cuenta que el cabello no es solo un elemento estético sino un reflejo de nuestra salud.
Vitaminas que más necesita el cabello
Vitamina A: La vitamina A es fundamental para el crecimiento celular, incluyendo las células capilares. Esta vitamina ayuda en la producción de sebo, una sustancia aceitosa natural que hidrata el cuero cabelludo y mantiene el cabello suave y brillante. Sin suficiente sebo, el cabello puede volverse seco, quebradizo y propenso a romperse. No obstante, un exceso de vitamina A también puede tener efectos negativos, como la caída del cabello, por lo que su equilibrio es esencial.
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Vitaminas del complejo B: Las vitaminas del grupo B son especialmente importantes para la salud capilar, ya que influyen en el metabolismo y la circulación sanguínea en el cuero cabelludo.
Biotina (B7): Es una de las más conocidas por su relación directa con el crecimiento y fortalecimiento del cabello. La deficiencia de biotina puede provocar debilitamiento y caída del cabello, así como pérdida de color o brillo.
Ácido fólico (B9): Contribuye a la formación de glóbulos rojos, lo que mejora la oxigenación del cuero cabelludo y fomenta el crecimiento saludable del cabello.
Niacina (B3): Ayuda a mejorar la circulación sanguínea, asegurando que los folículos pilosos reciban los nutrientes necesarios para crecer fuertes.
Cobalamina (B12): Es fundamental para la formación de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno, lo cual impacta directamente en la salud capilar.
Vitamina C: La vitamina C es un poderoso antioxidante que combate el estrés oxidativo, el cual puede debilitar los folículos pilosos y contribuir a la caída del cabello. Además, es esencial para la producción de colágeno, una proteína que fortalece la estructura del cabello y mejora su elasticidad. También ayuda en la absorción del hierro, un mineral vital para el crecimiento capilar, ya que su deficiencia está vinculada con la caída del cabello.
Vitamina D: La vitamina D juega un papel en la creación de nuevos folículos pilosos, los pequeños poros del cuero cabelludo donde crece el cabello. Niveles bajos de esta vitamina se han asociado con la alopecia, una condición autoinmune que provoca la caída del cabello. Además, la vitamina D contribuye al mantenimiento de un cuero cabelludo saludable, lo que facilita el crecimiento capilar.
Vitamina E: La vitamina E actúa como antioxidante, protegiendo el cabello del daño causado por los radicales libres. Estos compuestos pueden dañar las células del cuero cabelludo y debilitar los folículos, resultando en un cabello más fino y propenso a la caída. Además, la vitamina E mejora la circulación en el cuero cabelludo, lo que favorece un crecimiento más saludable y vigoroso del cabello.
Un equilibrio adecuado de estas vitaminas contribuye a mantener el cabello fuerte, resistente y saludable, mientras que las deficiencias pueden llevar a problemas como la sequedad, la fragilidad o la caída. Por tanto, garantizar una correcta ingesta y absorción de estas vitaminas es fundamental para lucir un cabello sano y vibrante.
