Muchos bebés nacen con un fuerte reflejo de succión. Algunos incluso se chupan el dedo antes de nacer, lo que indica que esta acción no solo les ayuda a alimentarse, sino que también les brinda una sensación de calma y seguridad. Los chupos pueden ser una herramienta útil para algunos bebés.
Los beneficios y riesgos que se verán a continuación son de un articulo de “Mayo Clinic”, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, de Estados Unidos.
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Imagen de referencia. La comunidad alertó a las autoridades sobre el hallazgo de un bebé dentro de una bolsa en la vía pública.
Beneficios del chupo para bebé
- Puede calmar a un bebé inquieto: Algunos bebés se sienten más tranquilos cuando pueden succionar algo, lo que puede ser de gran ayuda en momentos de llanto o incomodidad.
- Funciona como una distracción temporal: Puede ser útil en situaciones que puedan causar molestias, como vacunas, análisis de sangre u otros procedimientos médicos.
- Facilita el sueño: Si tu bebé tiene dificultades para conciliar el sueño, el chupo puede ayudarlo a relajarse y dormir mejor.
- Alivia molestias en vuelos: Durante los viajes en avión, los cambios en la presión pueden causar molestias en los oídos del bebé. Succionar un chupo ayuda a equilibrar esta presión y reducir el malestar.
- Es más fácil de eliminar que el hábito de chuparse el dedo: Si bien un bebé puede acostumbrarse al chupo, es más fácil retirarlo cuando llega el momento, en comparación con el hábito de chuparse el dedo.
Riesgos del chupo para bebé
Aunque el chupo puede ser útil, también presenta algunos inconvenientes que debes considerar:
- Puede generar dependencia: Si tu bebé usa el chupo para dormir, podría despertarse en la noche y llorar cuando se le caiga, lo que puede afectar su descanso (y el tuyo).
- Aumenta el riesgo de infecciones en el oído medio: Aunque este riesgo es menor durante los primeros seis meses de vida, cuando el uso del chupo es más común, a medida que el bebé crece, el riesgo de infecciones puede aumentar.
- El uso prolongado podría afectar la alineación dental: Aunque el uso del chupo durante los primeros años no suele causar problemas, si el bebé lo usa por mucho tiempo, podría afectar la alineación de sus dientes.
- Podría interferir con la lactancia materna: Si estás amamantando, lo mejor es esperar hasta que tu bebé tenga entre 3 y 4 semanas y haya establecido una buena rutina de lactancia antes de introducir el chupo.
Consejos para el uso seguro del chupo
Si decides darle un chupo a tu bebé, sigue estas recomendaciones para que su uso sea seguro:
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- No lo uses como primera opción para calmar a tu bebé: Antes de ofrecerle un chupo, prueba otras formas de consolarlo, como cargarlo, cambiar su posición o mecerlo suavemente.
- Elige un chupo de una sola pieza: Los chupos de dos piezas pueden romperse y representar un riesgo de asfixia. Asegúrate de elegir un chupo seguro y apto para su edad.
- Respeta el ritmo de tu bebé: Si no muestra interés en el chupo, no lo obligues a usarlo.
- Mantenlo limpio: Hasta los seis meses, hierve los chupos con frecuencia o lávalos en el lavavajillas. Después de esta edad, basta con lavarlos con agua y jabón. Nunca “limpies” un chupo metiéndolo en tu boca, ya que podrías transferir bacterias a tu bebé.
- No lo endulces: Evita ponerle miel, azúcar u otras sustancias dulces, ya que esto puede causar caries.
- Reemplázalo con frecuencia: Inspecciona los chupos regularmente y descarta aquellos que muestren signos de desgaste. Asegúrate de usar el tamaño adecuado para la edad de tu bebé.
- No uses correas largas para sujetarlo: Los broches para chupos deben ser cortos para evitar riesgos de estrangulamiento.
El uso del chupo tiene ventajas y desventajas, y la decisión de ofrecerlo o no a tu bebé depende de ti. Si decides usarlo, asegúrate de hacerlo de manera segura y controlar su uso a medida que tu bebé crece. Eventualmente, llegará el momento de decir adiós al chupo, y con paciencia y estrategias adecuadas, podrás ayudar a tu hijo a dejarlo sin mayor dificultad.
