Uno de los pasos más comunes en la manicura es el tratamiento de la cutícula, pero muchas personas cometen errores al cortarla, lo que puede provocar infecciones, debilitamiento de las uñas y otros problemas.
A continuación, te presentamos cinco errores comunes al cortar la cutícula. ¿Cómo puedes evitarlos?
Sigue a Cromos en WhatsApp
Cortar la cutícula mal puede causar desde una mala apariencia de la uña, hasta dolor en el dedo.
Errores comunes al cortar la cutícula
Cortar la cutícula en exceso
Uno de los errores más frecuentes es cortar demasiado la cutícula. Esta fina capa de piel tiene la función de proteger la base de la uña contra bacterias y hongos. Si se corta en exceso, se deja expuesta la matriz de la uña, lo que aumenta el riesgo de infecciones y debilita el crecimiento de las uñas.
Le puede interesar: 9 Errores comunes al hacerte el manicure en casa: así puedes arreglarlos
Cómo evitarlo: En lugar de cortar agresivamente la cutícula, es recomendable empujarla suavemente con un palito de naranjo después de humedecerla. Si es necesario recortar, solo se deben eliminar las partes muertas o levantadas.
Usar herramientas no esterilizadas
El uso de tijeras, alicates o cortacutículas sin desinfectar es otro error grave. Estas herramientas pueden acumular bacterias y hongos, lo que puede causar infecciones y otros problemas en la piel.
Cómo evitarlo: Asegúrate de limpiar y desinfectar todas las herramientas antes y después de cada uso. Puedes sumergirlas en alcohol isopropílico o utilizar una solución desinfectante especial para manicura.
Cortar la cutícula en seco
Muchas personas cometen el error de cortar la cutícula sin haberla suavizado antes. Esto puede hacer que la piel se desgarre, provocando heridas y posibles infecciones.
Cómo evitarlo: Antes de cortar o empujar la cutícula, es recomendable remojar las uñas en agua tibia con un poco de jabón o aceite durante unos minutos. Esto suaviza la piel y facilita su manipulación sin causar daño.
Tirar o morder la cutícula
Algunas personas tienen la costumbre de morder o arrancar la cutícula con los dedos, lo que puede causar desgarros dolorosos y aumentar el riesgo de infecciones. Además, este hábito puede hacer que la cutícula crezca de forma irregular o más gruesa.
Lea también: Diseños de uñas para pies elegantes y sencillos: 5 ideas que puedes hacer en casa
Cómo evitarlo: En lugar de tirar de la cutícula, usa herramientas adecuadas para recortarla con precisión. Además, aplicar un aceite o crema hidratante para cutículas puede ayudar a mantenerlas suaves y evitar que se levanten o se endurezcan.
No hidratar la cutícula después del corte
Después de cortar la cutícula, muchas personas olvidan aplicar hidratación, lo que puede hacer que la piel se reseque y se agriete.
Después de cualquier tratamiento en las cutículas, aplica un aceite especial o una crema hidratante. Ingredientes como el aceite de almendras, la vitamina E o el aceite de coco ayudan a mantenerlas sanas y flexibles.
Cuidar adecuadamente la cutícula es clave para tener uñas saludables y bien cuidadas. En lugar de cortarlas de forma agresiva, es mejor optar por empujarlas suavemente y mantenerlas hidratadas. Además, la limpieza de las herramientas y la preparación previa marcan la diferencia en la salud de las uñas. Evitando estos errores comunes, lograrás unas manos más bonitas y protegidas contra infecciones.
