En los últimos años, el uso de polvos acrílicos y esmalte semipermanente se convirtió en una de las opciones más populares en el mundo de la belleza. Sin embargo, una antigua tendencia se está volviendo a imponer en la industria: el “manicure natural” o nail care, que prioriza el fortalecimiento y la salud de las uñas sobre la estética artificial.
Este cambio responde a la creciente preocupación por los daños que pueden causar el uso frecuente de químicos agresivos como el acrílico o el gel y la exposición prolongada a las lámparas de luz LED UV.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Cómo afectan el acrílico y el esmalte semipermanente a las uñas?
Especialistas en dermatología y cuidado de manos advierten que el uso frecuente de esmaltes semipermanentes, acrílicos o gel puede causar debilitamiento, descamación y sensibilidad en las uñas.
Según un estudio publicado en la revista Actas Dermo-Sifiliográficas, los monómeros acrílicos presentes en estos productos son responsables de la mayoría de las reacciones de dermatitis alérgica de contacto, lo que puede provocar enrojecimiento, picazón e incluso hacer que las uñas se debiliten o se caigan.
Estos son dos factores a evitar para mantener las uñas sanas antes, durante y luego del manicure:
- Exposición a productos químicos: la exposición constante a productos que contienen acetona, detergentes y otros productos de limpieza con químicos fuertes puede debilitar la estructura de las uñas.
- Factores nutricionales: una alimentación deficiente en proteínas, biotina e hierro afecta negativamente la salud de las uñas, ya que estos nutrientes son esenciales para la producción de queratina, la proteína principal que las compone.
¿Qué hacer para cuidar las uñas?
Camilo Zuluaga, CEO de Krika Cosmetics, señala que la tendencia actual apunta al regreso del esmalte tradicional, ya que su aplicación y retiro resultan menos agresivos para las uñas. Además, recomienda el uso de esmaltes fortalecedores con keratina, biotina o hierro, junto con aceites de cutícula enriquecidos con vitamina E para fortalecer y recuperar las uñas. Así como el consumo de suplementos con colágeno y zinc para acelerar el proceso.
“Es fundamental optar por tratamientos con calcio y proteínas que permiten restaurar y fortalecer las uñas. Actualmente, estos tratamientos vienen en formato de esmalte, lo que facilita su aplicación. Además, están disponibles en diversos tonos que imitan la apariencia de un esmalte tradicional, pero con el beneficio adicional del tratamiento. También es clave evitar limas demasiado abrasivas, priorizando aquellas de grano fino para no debilitar aún más la uña”, explica el directivo.
Asimismo, resalta que la creciente conciencia sobre el daño del acrílico y el semipermanente también ha impulsado la popularidad de opciones menos agresivas como el gel fortalecedor, que aporta dureza sin afectar la estructura natural de la uña, o el esmalte transpirable, que permite la oxigenación de la placa ungueal, es decir, la parte dura y visible de la uña.
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No obstante, para quienes prefieren seguir utilizando esmalte semipermanente o acrílico, la recomendación es acudir a salones especializados que cuenten con los conocimientos y herramientas adecuadas para minimizar el riesgo de infecciones o reacciones adversas.
“Es necesario revisar el estado de las uñas entre cada aplicación, estar atentos a posibles malformaciones o señales de alergia, y proteger las manos con protector solar o guantes especiales antes de la exposición a la luz LED-UV”, concluye el experto.
