Vivimos en una sociedad obsesionada con la inmediatez. Las aplicaciones de citas prometen conexiones en segundos, los videos cortos dominan el consumo de contenido y la productividad se mide en la rapidez con la que se completan tareas. Esta sed de rapidez ha impactado áreas de la vida que requieren tiempo y presencia, como la sexualidad. Aquí es cuando entra el Slow Sex, una tendencia que propone desacelerar y vivir el placer de forma más consciente y profunda, sin menoscabar el placer.
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Sigue a Cromos en WhatsAppEl Slow Sex o “sexo sin prisa” es una invitación a cambiar la forma en que se experimenta la intimidad. Más que una técnica, es una filosofía lenta que promueve la conexión real con la pareja y con uno mismo, alejándose de la idea de que el objetivo principal del sexo es llegar al orgasmo lo más rápido posible. Para que el placer se desarrolle de forma natural, esta idea prioriza la exploración, el juego previo y la sensibilidad en cada momento.
Si es necesario andar como una tortuga, bienvenido sea.

El Slow Sex es un recordatorio de que el placer verdadero no se encuentra en la rapidez, sino en la capacidad de entregarse al momento y disfrutar sin prisas.
¿Qué es el slow sex y qué beneficios tiene?
En la práctica del Slow Sex, el tiempo no se mide en minutos o en la cantidad de movimientos repetidos, sino en la calidad de la conexión. No hay una duración ideal ni reglas estrictas, pero sí hay principios para lograr una experiencia más plena:
- Presencia total: La prisa y la distracción son los principales enemigos del placer. El Slow Sex propone apagar el piloto automático y estar completamente presente en el momento, dejando de lado preocupaciones externas y expectativas de desempeño.
- Exploración sin urgencias: La conexión física no se limita a la penetración. Besos prolongados, caricias conscientes, contacto visual y masajes sensuales forman parte de una experiencia más rica y completa.
- Ritmo pausado y variado: Alternar ritmos y movimientos permite que el cuerpo y la mente se sincronicen con las sensaciones. Un toque más lento y delicado puede ser más estimulante que la velocidad y la intensidad constante.
- Respiración y conciencia corporal: La respiración profunda y consciente ayuda a relajar el cuerpo, aumentando la sensibilidad y prolongando el placer. Prestar atención a cada sensación transforma el encuentro en una experiencia más intensa y significativa.
Razones para dejar el afán fuera de la cama
El Slow Sex no solo mejora la calidad de la intimidad, sino que también tiene beneficios emocionales y físicos que pueden transformar la vida sexual de las personas. Algunas de las razones para incorporar esta filosofía incluyen:
- Mayor conexión emocional: Al no centrarse únicamente en el orgasmo, se fomenta una mayor comunicación y complicidad con la pareja, fortaleciendo la relación.
- Mayor sensibilidad y placer prolongado: Al prestar atención a cada sensación, el cuerpo se vuelve más receptivo, lo que intensifica el placer.
- Menos estrés y ansiedad: La presión por el desempeño desaparece, lo que permite disfrutar el momento sin preocupaciones sobre la rapidez o la “performance”.
- Reducción de la disfunción sexual: Muchas dificultades en la vida sexual, como la eyaculación precoz o la falta de deseo, están relacionadas con la ansiedad. Al adoptar un enfoque más relajado, es posible mejorar la respuesta sexual.
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