El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común y, aunque la mayoría de sus variantes no representan un riesgo grave, algunas pueden derivar en cáncer.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que una infección persistente por VPH de alto riesgo está vinculada con distintos tipos de cáncer, como el cervicouterino, de garganta y de ano.
Sigue a Cromos en WhatsAppAnte esta realidad, cada 4 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Concientización sobre el VPH, una oportunidad para resaltar la importancia de la vacunación como estrategia clave para prevenir sus consecuencias más graves.
¿Cuáles son los principales miedos hacia la vacuna del VPH?
A pesar de que la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) es una herramienta fundamental en la prevención del cáncer, muchos padres aún dudan en aplicarla a sus hijos debido a diversos miedos y mitos.
Uno de los temores más frecuentes es la creencia de que la vacunación podría fomentar una iniciación sexual temprana, ya que protege contra una infección de transmisión sexual; mientras que otro miedo común es el posible riesgo de efectos secundarios graves.
Para aclarar estos mitos (y miedos) paternales, en CROMOS hablamos con la doctora Sandra Buitrago, ginecobstetra, especialista en cirugía laparoscópica y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad El Bosque, quien, por medio de este cuestionario, nos detalló por qué es seguro que los padres apliquen esta vacuna a sus hijos (tanto niñas como niños):
¿Qué tan común es el VPH y cuáles son sus principales riesgos, tanto en hombres como en mujeres?
El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes en el mundo. Se estima que casi todas las personas sexualmente activas lo contraerán en algún momento de su vida.
Un estudio reciente publicado en The Lancet Global Health reveló que aproximadamente el 31 % de los hombres a nivel mundial están infectados con algún tipo de VPH, mientras que el 21 % porta cepas de alto riesgo.
En el caso de las mujeres, la prevalencia de VPH de alto riesgo se sitúa en un 26.4 %. La transmisión del virus ocurre principalmente a través del contacto sexual, aunque el contacto piel con piel en la zona genital también puede propagar la infección.
El VPH está vinculado a varios tipos de cánceres, entre ellos el cáncer de cuello uterino, el cual es responsable de más del 90 % de los casos de este tipo de cáncer en mujeres. Además, el VPH también puede causar cáncer anal, orofaríngeo (afectando la base de la lengua y las amígdalas), de pene, vulva y vagina.
En muchos casos, la infección por VPH puede ser asintomática y resolverse por sí sola, pero cuando la infección persiste con tipos de alto riesgo, puede provocar cambios celulares precancerosos y cáncer a largo plazo. Adicionalmente, el VPH de bajo riesgo es responsable de la aparición de verrugas genitales, una afección que puede afectar la calidad de vida de quienes la padecen.
¿Por qué la vacuna contra el VPH es más efectiva en la infancia y qué evidencia existe sobre su seguridad?
La vacuna contra el VPH es más efectiva cuando se administra en la infancia, idealmente entre los 9 y 12 años, debido a que a edades tempranas el sistema inmunológico tiene una respuesta más potente, lo que genera una mayor producción de anticuerpos en comparación con los adolescentes y adultos.
Sin embargo, la vacuna está aprobada hasta los 45 años tanto para hombres como para mujeres, ya que incluso en la edad adulta ofrece protección contra nuevas infecciones por VPH y puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas al virus. Estudios han demostrado que la eficacia de la vacuna en la prevención de infecciones persistentes y lesiones precancerosas es cercana al 90 % cuando se administra antes de la exposición al virus, pero también ha mostrado beneficios en adultos que no han estado previamente expuestos a todas las cepas del VPH.
La seguridad de la vacuna ha sido ampliamente estudiada. Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), los efectos secundarios son leves y transitorios, tales como dolor en el brazo, fiebre baja y fatiga. No hay evidencia científica que relacione la vacuna con problemas de fertilidad, trastornos neurológicos o enfermedades crónicas. En más de 15 años de seguimiento, no se han identificado efectos adversos graves relacionados con la vacunación contra el VPH, lo que refuerza su seguridad y recomendación a nivel global.
¿Cuáles son los mitos más comunes sobre la vacuna y qué dice la ciencia al respecto?
Existen múltiples mitos sobre la vacuna contra el VPH que han sido desmentidos por estudios científicos. Uno de los mitos más extendidos es que la vacuna causa infertilidad, cuando en realidad no hay evidencia que respalde esta afirmación. Al contrario, la vacuna previene el cáncer de cuello uterino, cuya detección y tratamiento pueden llevar a procedimientos médicos que sí podrían afectar la fertilidad.
Otro mito común es que la vacuna tiene efectos secundarios peligrosos, cuando en realidad los eventos adversos graves son extremadamente raros y la gran mayoría de los efectos son leves y transitorios.
Otro de los mitos extendidos es que solo las mujeres deben vacunarse, lo cual es falso. Los hombres también pueden beneficiarse de la vacuna, ya que el VPH puede causar cáncer de pene, ano y orofaringe.
Asimismo, la idea de que el uso de preservativos es suficiente para prevenir el VPH es incorrecta, ya que el virus puede transmitirse a través del contacto con la piel en áreas no protegidas por el condón.
También es importante desmentir la creencia de que las niñas vacunadas no necesitan realizarse pruebas de tamizaje en la edad adulta, ya que, aunque la vacuna protege contra los tipos más comunes de VPH de alto riesgo, el seguimiento con pruebas como la citología sigue siendo esencial para la detección temprana del cáncer de cuello uterino.
Algunos padres creen que vacunar a sus hijos contra el VPH los incentivará a iniciar su vida sexual antes. ¿Qué le diría a quienes tienen este temor?
Es comprensible que algunos padres tengan inquietudes sobre la vacunación contra el VPH, pero la evidencia científica ha demostrado que recibir la vacuna no influye en el comportamiento sexual de los adolescentes.
Un estudio publicado en la revista Pediatrics analizó a más de mil (1.000) adolescentes vacunados y no vacunados, concluyendo que no había diferencias significativas en la edad de inicio de la actividad sexual ni en el número de parejas sexuales entre ambos grupos. La vacuna contra el VPH es una herramienta de prevención de enfermedades, similar a las vacunas contra la hepatitis B o el tétanos, y no debe verse como un permiso para la actividad sexual.
La vacunación, combinada con una educación sexual basada en evidencia, permite a los adolescentes tomar decisiones informadas sobre su salud. Además, proteger a los hijos contra un virus que puede causar cáncer es una responsabilidad de salud pública. No vacunar por miedo a influir en el comportamiento sexual es dejar a los jóvenes expuestos a infecciones que pueden tener consecuencias graves a largo plazo.
¿Qué mensaje final les daría a los padres que aún dudan en vacunar a sus hijos contra el VPH?
A los padres que tienen dudas sobre la vacunación contra el VPH, les diría que esta vacuna es una de las formas más efectivas de prevenir el cáncer en sus hijos. La evidencia científica ha demostrado que es segura y altamente efectiva en la prevención de enfermedades relacionadas con el VPH. Más de 100 países han implementado la vacunación en sus programas de salud pública, con resultados positivos en la reducción de infecciones y lesiones precancerosas.
Proteger a los hijos contra el VPH es una decisión basada en la prevención y en la evidencia médica. Con más de 15 años de seguimiento y millones de dosis administradas en el mundo, la vacuna ha demostrado ser segura y eficaz. La mejor forma de garantizar la salud de nuestros hijos es mediante la prevención, y la vacunación contra el VPH es una herramienta clave en esta misión.
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