Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Existen diversas modalidades de running, cada una con características específicas que se adaptan a diferentes niveles de experiencia, condiciones físicas y preferencias. A continuación, te presentamos los principales tipos de running para que puedas elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.
Le puede interesar: Fartleks: ¿Qué son y cómo empezar a incluirlos en tu rutina de running?

Tipos de running
- Running recreativo: También conocido como “jogging”, es la forma más común de correr. No tiene un enfoque competitivo, sino que se practica por placer, para mejorar la salud o liberar el estrés. Es ideal para quienes buscan una actividad sencilla y efectiva para mantenerse en forma. La intensidad y la duración dependen de cada corredor, pero generalmente se realizan sesiones de 20 a 60 minutos a un ritmo cómodo.
- Running de asfalto: Es la modalidad más extendida y se realiza en superficies urbanas como calles, avenidas y parques. Es la base de las carreras populares, como los 5K, 10K, media maratón (21K) y maratón (42K). Requiere un calzado con buena amortiguación para minimizar el impacto en las articulaciones. Es ideal para quienes buscan mejorar tiempos y resistencia en entornos controlados.
- Trail running: El trail running se lleva a cabo en senderos naturales, montañas y terrenos irregulares. A diferencia del running de asfalto, aquí el desnivel, los obstáculos naturales y las condiciones climáticas juegan un papel crucial. Es una disciplina que exige fuerza, técnica y resistencia. Se recomienda el uso de calzado especializado con buen agarre para evitar resbalones en superficies irregulares.
- Running de ultra distancia: Las ultramaratones son carreras de más de 42K y pueden llegar a superar los 100 kilómetros. Se pueden realizar tanto en asfalto como en montaña, y requieren una preparación física y mental extrema. La hidratación, la nutrición y la estrategia de carrera son clave para completar este tipo de pruebas. Es un desafío reservado para corredores experimentados.
- Running en pista: Se practica en pistas de atletismo de 400 metros y está enfocado en la velocidad y la precisión. Es la base del atletismo competitivo e incluye pruebas de velocidad (100m, 200m, 400m), medio fondo (800m, 1500m) y fondo (5000m, 10000m). Es ideal para quienes buscan mejorar técnica y velocidad en distancias cortas o medias.
- Correr en cinta: Es una alternativa al aire libre que permite entrenar en interiores. Es ideal para días de mal tiempo o cuando se quiere controlar el ritmo y la inclinación de manera precisa. Aunque no proporciona la misma variabilidad de terrenos que el exterior, es útil para trabajar la resistencia y la velocidad sin preocupaciones externas.
- Running de intervalos: Se basa en la alternancia de ritmos, combinando sprints cortos con fases de recuperación. Es muy efectivo para mejorar la resistencia cardiovascular, la velocidad y quemar grasa. Es ideal para quienes buscan entrenamientos intensos en menos tiempo.
- Running barefoot o minimalista: Esta modalidad apuesta por correr descalzo o con calzado de suela muy fina para imitar la biomecánica natural del pie. Se dice que fortalece los músculos del pie y mejora la postura, pero requiere una adaptación progresiva para evitar lesiones.
Lea también: Running vs. gimnasio: diferencias y qué elegir para hacer ejercicio
El running tiene múltiples formas de practicarse, cada una con beneficios y desafíos particulares. Desde quienes corren por placer hasta quienes buscan superar límites en ultramaratones, hay una modalidad para cada persona. Elegir el tipo de running adecuado dependerá de tus objetivos, tu condición física y tu entorno. ¿Cuál de estas modalidades te gustaría probar?
