Un intenso dolor en la espalda, náuseas y orina turbia pueden ser señales de que algo no está bien en los riñones. Los cálculos renales, pequeñas masas de cristales, pueden pasar desapercibidos hasta que obstruyen el flujo de orina, desatando síntomas insoportables. Conocerlos a tiempo es fundamental para actuar antes de que la condición se agrave.
Aunque algunos factores de riesgo son genéticos, la hidratación y una alimentación adecuada pueden marcar la diferencia. ¿Cómo evitar su formación y qué hacer si ya hay síntomas? Aquí se despejan las dudas.
Sigue a Cromos en WhatsAppSíntomas que alertan sobre cálculos en los riñones
Los cálculos renales pueden formarse durante meses sin dar señales. Sin embargo, cuando uno de estos bloquea el uréter, los síntomas aparecen de manera repentina e intensa:
- Dolor agudo en la espalda y abdomen: se manifiesta en un costado, pero puede irradiarse hasta la ingle.
- Orina con sangre o de color anormal: un tono rojizo o marrón puede ser una señal de alerta.
- Fiebre y escalofríos: indican una posible infección asociada a los cálculos.
- Náuseas y vómitos: la acumulación de toxinas en el cuerpo puede causar malestar general.
- Sensación de ardor al orinar: un cálculo en movimiento puede irritar las vías urinarias.
La intensidad del dolor varía según el tamaño del cálculo y su ubicación. Un cálculo pequeño puede eliminarse naturalmente, pero si hay obstrucción, el cuadro puede complicarse.
Cómo prevenir el avance de los cálculos en los riñones
Si bien algunos tipos de cálculos tienen un componente hereditario, hay hábitos que reducen su formación y evitan complicaciones:
- Hidratación constante: el agua es el mejor aliado de los riñones. Mantenerse bien hidratado diluye las sustancias que forman los cálculos. Lo ideal es consumir entre 6 y 8 vasos de agua al día.
- Dieta controlada en oxalatos y sodio: el oxalato, presente en espinacas, remolacha y chocolate, puede favorecer la formación de cálculos de calcio. Modificar su consumo y reducir la sal ayuda a mantener un equilibrio en los riñones.
- Cuidado con los suplementos de vitamina C: un exceso de esta vitamina puede aumentar la producción de oxalato, incrementando el riesgo de cálculos. Es recomendable consumirla en cantidades moderadas.
- Ejercicio y control del peso: un estilo de vida activo y una alimentación balanceada reducen el riesgo de enfermedades metabólicas asociadas con la formación de cálculos renales.
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¿Cuándo acudir al médico?
Si el dolor es insoportable, hay fiebre, sangre en la orina o dificultad para orinar, es fundamental consultar a un especialista. Un diagnóstico temprano puede prevenir obstrucciones graves y la necesidad de procedimientos invasivos.
La clave está en la prevención: cuidar los riñones hoy evita problemas mayores mañana
