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“Los llegadores van a deleitarse. En el tramo final se encadenan sin parar las subidas en el Morvan”, anuncia el director de la carrera Thierry Gouvenou.
El diseñador del trazado de la ronda gala precisa que la ciudad de llegada fue elegida sobre todo por su última dificultad, el inédito y espectacular Signal d’Uchon (5,7 km al 5,7%), una subida traicionera por un corto descenso en su ecuador.
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“Los 1.500 últimos metros son al 11,8 % con un máximo al 18%”, señala Thierry Gouvenou, quien lo compara con el Muro de Huy donde concluye la Flecha Valona cada primavera europea.
Esta Lieja-Bastoña-Lieja en miniatura por sus últimos 90 kilómetros cuenta con cinco subidas puntuables. La cima de Signal d’Uchon, con bonificaciones a los tres primeros en coronarla (8, 5 y 2 segundos), está situada a 18 kilómetros de meta.
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Le Creusot (22.000 habitantes), ciudad-etapa por tercera ocasión, albergó en 2006 la salida de una contrarreloj la víspera de la llegada.
Teniendo en cuenta el perfil de la etapa, será un día propicio para ver los primeros ataques en la montaña y medir las fuerzas de los favoritos al título. Rigoberto Urán, el mejor de los colombianos (séptimo en la general a 1:29 del líder) podría ser uno de los protagonistas de la jornada.