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Nairo Quintana, Chris Froome y Alberto Contador confían en el reloj, en que la crono de este viernes entre Jávea y Calpe, de 37 kilómetros, les sirva, al colombiano para fortalecer su sólido liderato y al británico y al español para asaltar el podio.
El líder de Movistar se ve ganador. No quiere descuidarse ni dar por hecho lo que todavía no ha ocurrido –llegar a Madrid de rojo–, pero tiene claro que está fuerte, que tiene un equipo en el cual confiar y que sus prestaciones, incluso contra el crono, son más que suficientes para frenar cualquier atisbo de rebelión de sus rivales.
De esos rivales temer, temer, solo teme a Chris Froome. Y, si acaso, a las consecuencias de algún movimiento táctico de Contador. Pero no da demasiadas opciones a la sorpresa ante los 3:37 de ventaja que tiene sobre el británico, segundo en la general: “Mas de un minuto sería perder bastante. Estoy en buenas condiciones y las contrarreloj se me han dado bastante bien”.
En los últimos duelos contra el crono con Froome –los últimos de tú a tú, como él dice– Nairo cedió 2:05 y 1:10 con el inglés nacido en Kenia. Primero sobre una distancia casi semejante a la de este viernes, 37,5 km, y después en una cronoescalada de 17.
Aunque eso fue en el último Tour de Francia, con Froome ya embalado hacia su tercera visita a lo grande a los Campos Elíseos y Quintana mermado por los problemas físicos que le convirtieron la carrera francesa en un auténtico calvario.
Si el colombiano se ve confiado de cara a la pelea contra el reloj de este viernes, para la etapa de Aitana, un puerto que ve favorable a sus características, casi no tiene ni dudas. “Mis sensaciones son buenas, mañana (este viernes) me defenderé bastante bien y el sábado, con la ayuda del equipo, no tendremos mayor problema”, no quiere ocultar Quintana la confianza que tiene en un liderazgo que alimenta verse con La Roja: “El maillot de líder da un plus de mentalidad y adrenalina que le hace a uno luchar por lo que quiere. Y también cierto favoritismo”.
Contador es menos explícito, pero también confía. En su caso, más que para asaltar el podio, aunque también, para seguir teniendo protagonismo en una Vuelta que –todo indica– acabará decidida por una de sus maniobras de estrategia. En ese contexto, a 4:02 del líder pero solo a 25 segundos de Froome y a 5 del colombiano Esteban Chaves, acabar en el podio de La Cibeles quizás sea un buen premio.
“Es una contrarreloj bastante larga, pero no para especialistas, porque hay algunos repechos, subes y bajas y bastantes curvas”, ahondó Quintana.
“Cada vez está más cerca, pero quedan dos etapas importantes. Tendremos que estar atentos a los ataques en la etapa del sábado porque mañana (este viernes) es un reto de tú a tú y eso son las piernas de cada uno. Mis sensaciones son buenas, me defenderé bastante bien y el sábado, con la ayuda del equipo, no tendremos mayor problema. Eso espero”, reflexionó el boyacense.
Sobre su estado de ánimo y si puede afectarle la ansiedad de tener la carrera casi ganada, dijo: “No me como la cabeza con nervios, soy un hombre bastante tranquilo. Prepararemos la contrarreloj como otras anteriores y luego a hacer un buen calentamiento y a ver cómo nos sale”, apuntó.
Por su parte, el triple ganador del Tour de Francia se muestra partidario de mantener los esquemas tácticos del equipo sin hacer locuras, con el objetivo aún puesto en tratar de superar los 3:37 minutos de retraso sobre el líder: “Ahora ya estoy pensando en la contrarreloj del viernes. Nosotros hemos corrido como lo hacemos habitualmente. Vamos por detrás en la general, pero no quiere decir que tengamos que hacer locuras tácticas para recuperar tiempo. Tenemos una forma de competir, a ella nos atenemos y ahora nuestra baza se centra en la contrarreloj”, explicó Froome, quien este viernes saldrá unos minutos antes que Nairo, que partirá a las 9:56 de la mañana.