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El equipo británico Ineos Grenadiers, una de las escuadras más influyentes del ciclismo en la última década, atraviesa momentos turbulentos en pleno Tour de Francia 2025. La salida de su entrenador David Rozman, quien fue citado por la Agencia Internacional de Controles (ITA), ha encendido las alarmas. ¿La razón? Comunicaciones pasadas con Mark Schmidt, el médico alemán en el centro del escándalo de dopaje conocido como la ‘Operación Aderlass’.
Rozman, parte del equipo técnico que acompaña a figuras como el colombiano Egan Bernal, se ha apartado de sus funciones mientras se aclara su situación. Según publicó el diario L’Équipe, el preparador habría intercambiado mensajes con Schmidt en 2012, año en el que el médico presuntamente ya estaba involucrado en prácticas ilegales que más tarde estremecerían el deporte europeo.
El asunto fue revelado por el Irish Independent, que detalla cómo Rozman consultó entonces sobre la disponibilidad de “material usado por el equipo Milram”, involucrado en casos de dopaje en años anteriores. Aunque los hechos datan de más de una década, la ITA decidió investigar ahora el vínculo, obligando a Ineos a tomar medidas preventivas.
En respuesta, el equipo británico contrató a un bufete legal externo para hacer una revisión independiente y reiteró su política de “tolerancia cero” frente al dopaje, sea del pasado o presente. Aclararon también que, hasta el momento, no han recibido pruebas directas ni una citación formal como organización.
El caso ha llegado en un momento crítico. Mientras Ineos celebra una victoria en la etapa 14 del Tour con el neerlandés Thymen Arensman, el ambiente está lejos de ser festivo. Las preguntas sobre el escándalo comenzaron a rondar en las ruedas de prensa, aunque el ciclista evitó pronunciarse con claridad. “No tengo idea. Tendrías que hablar con la gerencia”, respondió evasivamente ante la insistencia de los periodistas.
La historia cobra aún más relevancia al recordar el dominio que tuvo el equipo —entonces llamado Sky— en la década pasada, con ciclistas como Bradley Wiggins y Chris Froome conquistando títulos en las grandes vueltas. Esa era dorada del ciclismo británico ahora se ve empañada por nuevas sombras.
Rozman ya había sido contactado por la ITA en abril, según el equipo, y fue invitado a una reunión para discutir estas “comunicaciones históricas”. Sin embargo, su salida del Tour en pleno desarrollo alimenta las sospechas y aumenta la presión mediática.
Por ahora, la investigación continúa. Mientras tanto, Ineos intenta mantenerse competitivo en la ruta, con el foco puesto en lo deportivo, pero bajo la sombra persistente de un pasado que vuelve a llamar a la puerta.
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