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Vacunando: Fernando Gaviria, muy libre de COVID-19

El primer colombiano contagiado de coronavirus. También el primero en mostrar que hay vida después. Su padre y su entrenador hablaron de cómo vivieron estos tiempos difíciles. 

Thomas Blanco- @thomblalin
30 de julio de 2020 - 12:17 a. m.
El momento. Fernando Gaviria cruza la meta y se adjudica la segunda etapa de la Vuelta a Burgos. El triunfo 44 de su carrera profesional. /EFE
El momento. Fernando Gaviria cruza la meta y se adjudica la segunda etapa de la Vuelta a Burgos. El triunfo 44 de su carrera profesional. /EFE
Foto: EFE - Santi Otero

La película se rebobina para atrás. A los 26 días hospitalizado al otro extremo del mundo con un parte médico, en ese momento tan desconocido, tan jodido de digerir. Por un microorganismo que tiene paralizado al planeta. El tiempo y el espacio del filme se remontan a finales de febrero en los Emiratos Árabes, en el UAE Tour. Y el protagonista: Fernando Gaviria, el primer colombiano contagiado de coronavirus. El guion, de ahí para delante, por una enfermedad de la cual aún no se conoce su naturaleza, sus secuelas, quedó en suspenso. Podía pasar cualquier cosa.

“Fueron días muy bravos, lo llamaba tres veces al día a ver cómo estaba. Estaba asustado. Trataba de no preguntarle mucho, era pura incertidumbre por una enfermedad que no conocíamos. Toda dificultad trae consigo su parte buena, y ya estamos en esa parte”, apuntó Hernando Gaviria, padre de Fernando y su primer entrenador de ciclismo.

“¡Esto está para que me eche a mi asador hoy!”, agregó entre risas tras la victoria de su hijo en la segunda etapa de la Vuelta a Burgos, la primera competencia de primer nivel de ciclismo pospandemia. La primera también de Fernando tras quedar libre de COVID-19. “Después de estar en casa, de superar el virus, de no saber si iba a correr más este año, esta victoria sabe demasiado lindo”, las palabras del ciclista con más victorias (44), junto a Nairo Quintana en la historia del ciclismo colombiano.

La mañana en el hotel fue un déjà vu de lo que había vivido meses atrás. Sus tres compañeros colombianos de equipo habían compartido el sábado pasado con un personaje que acababa de marcar positivo en la prueba molecular, la decisión fue tajante: fueron retirados de la carrera. Sin una buena porción de su tren, ahora con otra estrategia y arsenal, salió igual, viejo zorro, a pelear la etapa. Cogió abierto la última curva, rosando las vallas con las rodillas e hizo uno de los sprints más memorables de su carrera, por todo el equipaje que había detrás.

“Esa es la habilidad que Fernando adquirió en la pista, que pocos la tienen en el mundo. Uno de ellos es Peter Sagan, él no necesita equipo para ganar, para meterse. Esa virtud la tiene Fernando, y la sorteó muy bien. No se vara con nada”, apuntó su entrenador Jhon Jaime González, uno de sus formadores y con quien trabajó en el encierro. Sacó un permiso especial con la Alcaldía de La Ceja y se fue a prepararlo en el oriente antioqueño.

Fue duro, porque no conocíamos la enfermedad, cómo iba a reaccionar su cuerpo, porque eso hasta el día de hoy es una incógnita. ¿Qué pasa cuando un deportista pasa por esto? Aún no lo sabemos. El entrenamiento con Fernando era muy gracioso, porque le decía: ‘¿Cómo te sentiste en el entreno?’ ‘Bien’, respondía. Y yo aumentaba las cargas y así sucesivamente, hasta que al otro día me decía que no pudo dormir en toda la noche. Y esa noche no sabe uno si son secuelas de la enfermedad, si son efectos del encierro, no sabe uno nada. Los entrenamientos fueron por sensaciones. Él se fue muy bien, en un 85-90 % de forma, solo le faltaba el estrés de carrera”, agregó.

Con Jhon Jaime la agenda estaba implícita: volver a las raíces. A esos entrenamientos de antes de que Fernando fuera una estrella del ciclismo de ruta. “Retomamos desde finales de noviembre lo que hacíamos en sus inicios. La pandemia nos frenó un poco: hicimos simulador cuando no se podía salir, aunque a Fernando no le gusta. Y además no es recomendable para un corredor fuerte que hace sprints, tal vez sí para uno de resistencia”.

Trabajos de conjunto. Salidas de 300 kilómetros, otras de apenas de una hora con arranques explosivos. “Él necesita poder para hacer 150 kilómetros y llegar con fuerza para cerrar su etapa. Él entrena como cualquier rutero con sus fondos, pero también tiene sesiones en lo que lo único que trabajamos es su potencia”.

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Recuperar su mejor versión

Una victoria con otro sabor especial, porque venía de un primer año difícil en su nuevo equipo, el UAE Emirates. “Gaviria es el mejor velocista del mundo, el problema es que él lo sabe. Eso hace que los demás, de menor calidad, trabajen más y lo superen”, la sentencia de “Matxin”, el director de su equipo.

Tal vez se descuidó, tal vez la motivación no era la misma, tal vez el cambio de equipo le afectó. “Esto es como un colegio. Vos estudias toda la vida en un lugar y resulta que los años más tensos, noveno, décimo y once, los hacés en un colegio nuevo, que no conocés, en el que no tenés amigos, sin tus compañeros preferidos. Y ahí puedes pasar el año raspando, pero es que Fernando no puede pasar raspando, solo puede pasar siendo el primero, el mejor. Le pasó a Sergio Luis Henao, a Elia Viviani, es normal cuando hay cambios. No es como el fútbol, que sos ‘9’ y solo tenés que empujar la pelota. Hay muchas cosas detrás”, apuntó Jhon Jaime.

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¿Su compañero preferido? Maxi Richeze, el mejor lanzador del planeta, quien esta temporada siguió su estela y fichó con el Emirates. “Sí, se descuidó un poco y el ciclismo cobra. Pero sobre todo fue la adaptación al nuevo equipo. El tren del Quick-Step es el mejor del mundo. Y estaba sin Richeze, que es el mejor lanzador, pero también es alguien que organizaba el trabajo de los demás. A Fernando se le veía un poco descuidado en las llegadas... esta es una victoria que significa mucho. Esta película resume lo que Fernando es”, señaló Hernando, recién pensionado de la docencia y dedicado a los cultivos de arveja, repollo, pimentón, acelga, de todo, en su finca en La Ceja.

Él comenzó a retomar el rumbo hace un buen rato. Sabe que puede ser el mejor velocista de la historia, ahí va”, cerró González acerca del primer colombiano en mandar el virus al carajo y volver a la normalidad, su vieja normalidad.

Por: Thomas Blanco @thomblalin

Por Thomas Blanco- @thomblalin

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