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La leyenda dice que en La Ceja (Antioquia) hay más bicicletas que personas. Un eco que confirman los habitantes del municipio antioqueño, en el que se disputó ayer la segunda etapa del Tour Colombia 2.1, con un trazado llano de 150 kilómetros en el que Álvaro Hodeg fue el vencedor. El hombre del Deceunick Quick Step es el nuevo líder de la carrera.
Don Hernando, padre de Fernando Gaviria, sintió un nudo en el estómago, era orgullo. “El pueblo estuvo muy emocionado. Fernando es nuestro embajador en el mundo. Un lugar de gente emprendedora y echada para delante”, apuntó quien sigue entrenando a las nuevas generaciones del ciclismo de La Ceja. Quiere que sigan los pasos de su hijo.
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“¡Ay, Fernando es una belleza! Yo lo conocí a los 12 años dando vuelticas por las carreteras con su papá, que era profesor del colegio La Paz. Su familia es muy linda”, dijo María Eugenia, habitante del municipio. “¿La bicicleta?, Ome, la bicicleta es el centro primordial de todo hogar. Donde no haya dos o tres no hay nada. Aquí se ven por todos lados, en los cultivos, los colegios, es monumental”, agregó.
Un estudio realizado en 2015 por la Secretaría de Transporte concluyó que 31.633 cejeños, de los 52.723 registrados, tienen al menos una cicla en su casa. Es el municipio con más bicicletas por habitante del país.
“Es sagrada, porque el comercio de aquí se mueve con las flores y los trabajadores se van en bicicleta. Aparte la topografía del oriente antioqueño se presta para montar. Recuerdo que una vez nos hicieron un reporte que indicó que hay más o menos dos bicis por habitante”, señaló Luis Enrique García, quien madruga a practicar cuatro veces por semana.
Ese fue el ambiente en el que creció el pedalista antioqueño del UAE Emirates. La filosofía que le inculcó Hernando a su hijo fue que nunca se sintiera menos que nadie. “A la gente hay que mirarla siempre de frente. Ni con la cabeza mirando para abajo, ni para arriba, jactándose de sí mismo. Somos todos iguales”, dice.
“Papi, voy por una o dos etapas”, le dijo Fernando a finales de 2014 antes de partir al Tour de San Luis, en Argentina.
“Mijo, usted es un berraco. Hacele pues”.
Pero cuando vio al británico Mark Cavendish en la lista de inscritos, todo cambió para quien hoy es el ciclista, junto a Nairo Quintana, con más victorias internacionales (36) en la historia del ciclismo colombiano.
“Ah, no, paila papi”, dijo. “¿Y qué pasa? ¿Es que acaso él tiene tres manos, cien pies y va en moto, Fernando?”. le respondió su padre. “Tiene razón, tiene razón. Voy a ir a ganar”.
El antioqueño se adjudicó dos etapas en la ronda argentina y fue la revelación de la carrera que contó con grandes embaladores como Cavendish y Sacha Modolo. El director deportivo del equipo Quick Step, Davide Bramati, se fue al hotel de la selección colombiana y le preguntó al técnico Carlos Mario Jaramillo el precio de Gaviria. Millo se limitó a reírse. Él mismo se lo había ofrecido tres meses atrás en el Mundial y Bramati, con mirada por encima del hombro, le dijo que en Colombia solo salían escaladores.
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Lo demás es historia. En su estreno, en el Giro de Italia de 2017, ganó cuatro etapas. Un año después, en el Tour de Francia, se adjudicó la primera jornada y se convirtió en el segundo pedalista del país en vestir la camiseta amarilla de líder de la competencia de ciclismo más importante del planeta, tras Víctor Hugo Peña (2003).
En el municipio de Colombia con más bicicletas por habitante, tierra de escaladores, salió el mejor embalador del mundo. El futuro es suyo.
Thomas Blanco Lineros- @thomblalin