Se le escapó una oportunidad de oro a Fernando Gaviria. El colombiano llegó segundo en la quinta etapa, que ganó Ardaud Demare tras un gran trabajo de su equipo.
El velocista antioqueño tuvo que sortear dos problemas: Maxi Richeze, su lanzador, no pudo acompañarlo y no llegó con el grupo debido a que se le salió la cadena a un kilómetro de la llegada, por lo que tuvo que buscar la victoria casi que por su cuenta. Y también con problemas mecánicos, en el embalaje final no le agarraron los cambios y no pudo coger más velocidad. Gaviria llegó muy molesto, dándole golpes a su manubrio en la meta.
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“No puedo hablar de la bicicleta, ya me regañaron. La rabia y la frustración es porque deseo ganar y estar tan cerca, sentir las piernas, intentar lucharlo y perder no me gusta. He hecho el estúpido al enojarme, pero bueno, cosas de carrera”, sus palabras en la llegada.
Era una oportunidad de oro porque sus dos principales rivales en los embalajes, Mark Cavendish y Caleb Ewan, se descolgaron del grupo debido a la dura subida que hubo en la mitad de la etapa y que supo sortear el colombiano. Por ahí también va su frustración.
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Esta fue la segunda oportunidad que se le escapó a Gaviria, pues ya había sido tercero en la tercera etapa de la fracción. Lo seguirá intentando, ya con un poco de ansiedad, en los próximos días. Y con el mal trago que significó el Giro de Italia del año pasado, en el que se fue en blanco.
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Con esta victoria el francés sumó su sexto triunfo en la ronda italiana y la número 85 en su palmarés desde su debut en 2012 como ciclista profesional.El rodaje del pelotón durante tantos kilómetros juntos benefició a Juan Pedro López, que se refugió en sus compañeros para no tener sobresaltos y poder defender la maglia rosa por delante del alemán Lennard Känma, a 39 segundos.
Tercero es el estonio Rein Taaramäe (Intermarché) a 58, cuarto el británico Simon Yates a 1:42 y quinto el belga Mauri Vansevenant a 1:47.La jornada fue especial para el veterano corredor italiano Vincenzo Nibali, de 37 años, ganador del Giro en 2013 y 2016 y que fue recibido con cariño por los aficionados en su ciudad natal, Messina.