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La Clásica de San Sebastián ganó peso con la sorpresiva aparición de Primoz Roglic, uno de los grandes nombres del pelotón mundial, quien confirmó su participación de última hora para la única carrera de un día del calendario UCI World Tour en España.
El esloveno, cuatro veces campeón de la Vuelta a España, regresa a la Klasikoa tras seis años de ausencia. Su presencia eleva automáticamente la exigencia y el atractivo de una prueba que ya prometía emociones fuertes.
Aunque terminó octavo en el Tour de Francia, lo hizo siendo combativo, metiéndose en fugas decisivas como las del Col de la Loze y La Plagne. En San Sebastián, el Red Bull - Bora-Hansgrohe pondrá toda la carne en el asador, con Roglic como punta de lanza, acompañado por nombres peligrosos como Giulio Pellizzari, Maxim Van Gils, Giovanni Aleotti o Matteo Sobrero. Una escuadra con dinamita suficiente para romper la carrera en cualquier momento.
Del otro lado, el Movistar Team deposita su confianza en Nairo Quintana. El colombiano vuelve a la Klasikoa doce años después, con ganas de recuperar sensaciones competitivas antes de enfrentar la Vuelta a Burgos y, sobre todo, la Vuelta a España. Tras su reaparición en la Vuelta a Suiza, Quintana encara esta cita con la responsabilidad de liderar un equipo que también cuenta con nombres sólidos como Pablo Castrillo, Gregor Mühlberger o el ecuatoriano Jefferson Cepeda.
San Sebastián se convierte este sábado en un escenario de alto voltaje. Con Roglic buscando imponer su jerarquía y Nairo tratando de reconectar con su mejor versión, la Klasikoa promete más que un espectáculo: una batalla con historia, talento y mucho en juego.
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