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Egan Bernal llenó de ilusiones a los colombianos en la etapa 16 del Giro de Italia 2025. Volvió a demostrar por qué sigue siendo un hombre de peso en las grandes vueltas. En una jornada marcada por la caída de Primož Roglič y el remezón en la general, el líder del Ineos fue protagonista a su manera: cayó, sufrió, cedió, pero también luchó y volvió.
La etapa reina, con final en la estación de San Valentino, fue un terreno ideal para los escaladores. Y aunque no fue su mejor día, Bernal salvó la jornada con oficio y cabeza fría, incluso después de irse al suelo cuando restaban poco más de 70 kilómetros para la meta. Sin consecuencias físicas graves, logró volver al grupo de favoritos antes del ascenso a Santa Bárbara, pero no sin dificultades.
“Fue un día bastante duro”, reconoció el colombiano. “Me caí, y después de la caída fue muy difícil volver a encontrar buenas sensaciones”, explicó con honestidad. La situación se complicó más cuando se quedó sin gregarios clave, como Joshua Tarling, que abandonó tras una caída en el inicio de la etapa.
A falta de 40 kilómetros, cuando Simon Yates aceleró al frente del grupo, Egan no pudo seguir el ritmo y se colgó del pelotón. La cuenta oficial del Giro fue clara: “¡Se queda Egan Bernal!”. Pero el colombiano no se rindió. Ajustó su paso, recuperó energías y volvió a conectar con los favoritos antes de coronar Santa Bárbara. “Seguí creyendo y, teniendo en cuenta todo lo que pasó, creo que salvé el día”, dijo. Aunque reconoció que perdió tiempo valioso frente a rivales directos, su lugar en el top 10 sigue intacto, y su actitud manda un mensaje claro: sigue en la pelea.
En tono distendido, incluso bromeó sobre la caída: “Sobre eso no les voy a contar qué pasó, porque me hacen quedar mal”, dijo entre risas. Una muestra más del temple con el que está encarando esta carrera.
La montaña todavía no se ha terminado y Bernal lo sabe. “Aún faltan tres días. Un día puede cambiarlo todo y hoy fue un ejemplo”, afirmó. En un Giro donde el líder Del Toro empezó a mostrar debilidad, Carapaz volvió al podio y Roglič ya no está, Egan sigue ahí, esperando su momento.
No fue un día perfecto, pero fue un día de resistencia. Y a veces, eso pesa más que cualquier victoria.
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