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Hablar de Efraín ‘Caimán’ Sánchez es referir a uno de los principales jugadores en la historia del fútbol colombiano y, sin duda, entre la élite de los mejores arqueros. Nacido en Barranquilla en 1926, a sus 20 años ya era una figura en el fútbol aficionado de la capital del Atlántico. Tanto que pudo ser convocado al combinado nacional para los Juegos Centroamericanos de 1946, que le dio la medalla de oro a Colombia. En su defecto fue el arquero titular de la selección en la Copa América de 1947.
En ese torneo, el campeón fue Argentina y Colombia quedó en el último lugar, pero la magistral actuación del ‘Caimán’ Sánchez, fue suficiente para que René Pontoni, estelar argentino que había pasado por Santa Fe, lo planteara como refuerzo del San Lorenzo de Almagro en Argentina. En ese equipo estuvo entre 1948 y 1949 y aunque le costó afianzarse, terminó como titular. Sin embargo, en 1949 regresó a Colombia y se vinculó al América de Cali, donde jugó apenas seis partidos, pero en todos fue la figura.
Al año siguiente pasó a las toldas del Deportivo Cali, que culminó tercero en el campeonato. De nuevo ‘Caimán’ Sánchez fue determinante para el equipo de la Sultana del Valle. Entre 1951 y 1952, pasó a jugar al equipo de su ciudad natal, Júnior, pero en aquella época el equipo barranquillero apenas le daba forma a la escuadra y tuvo mejor figuración su rival de patio, Sporting. En 1953, fue anunciado como la gran contratación de Independiente Santa Fe en Bogotá. El equipo alcanzó el cuarto puesto y ‘Caimán’ Sánchez fue parte del desempeño.
Entonces llegó su primer momento para quedar en la historia. A finales de 1954 se vinculó al Medellín, en el equipo rojo se mantuvo hasta 1957, y fue pieza clave para los dos títulos del equipo antioqueño en las temporadas de 1955 y 1957. Años después volvería al cuadro paisa, pero antes pasó por su rival de patio, Atlético Nacional. Cuando se creía que todo estaba terminando en su etapa como jugador, vivió el momento cumbre del fútbol colombiano oficiando como arquero de la eliminatoria al Mundial de Chile 1962.
Efraín ‘Caimán’ Sánchez estuvo en los dos juegos contra Perú que le dieron el tiquete a Colombia a la justa mundialista. El primer juego en el que el combinado patrio derrotó a los incas 1-0 en el estadio El Campín; y luego el empate en Lima que le permitió la clasificación definitiva al equipo que orientaba el argentino Adolfo Pedernera. En el Mundial de Chile 1962, estuvo en los juegos contra Uruguay, URSS y Yugoslavia, y cuando retornó al país volvió a Medellín y luego se vinculó a Millonarios, que vivía su segundo momento triunfal.
Se retiró de las canchas en 1964 cumpliendo el doble oficio de jugador y técnico, doble condición para el campeón de ese año, Millonarios. Su carrera como orientador fue tan exitosa y prolongada como la de jugador Estuvo al frente de Medellín, Quindío, Júnior y Once Caldas. También entrenó varias selecciones juveniles, y en 1975 consiguió para Colombia el honor que pasó la página del 4-4 con la Unión Soviética en 1962 al alcanzar el subcampeonato de la Copa América, perdiendo en definición extra contra Perú en Venezuela.
Al final de su ciclo en el fútbol activo estuvo en Venezuela y luego retornó para ponerse al frente del Medellín. Fue uno de los grandes de la historia, y además de campeón y técnico, sumó en su palmarés personal tres Copas América, dos eliminatorias mundialistas y el Mundial de Chile 1962. En la actualidad se sabe que ‘Caimán’ Sánchez trabaja en un libro sobre sus memorias, que incluyen el momento en que en Argentina el hombre de los nervios de acero o, recordando su origen, le cantaban: “Se va el caimán, se va el caimán, se va para Barranquilla”.