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Hay partido de fútbol en los que el gol se esconde hasta el último suspiro, que tiene que ser invocado con trabajo, con insistencia, con ir una y otra vez, y chocar sin tener éxito. Así se podría resumir el encuentro de este sábado entre el Deportivo Cali y el Atlético Huila. El primero yendo y atacando e intentando por todos los lados, el segundo aguantando, implementando otra manera de jugar poco elogiada, pero valorada por muchos. Y en esos casos es necesario que aparezca un jugador diferente, un tipo con instintos y que no se dé por vencido.
Y ese fue el argentino José Sand, el delantero de 38 años, el que sabe que no hay que desfallecer así se intente una y otra vez a lo largo de los 90 minutos. En esta oportunidad, el cuadro azucarero necesitó 83 para fragmentar la sólida defensa del conjunto de Neiva, de un equipo que se resguardo y como si este partido fuera una final. Los dirigidos por Gerardo Pelusso, a veces desorganizados, a veces muy talentosos, no se rindieron y ante la presión de sus hinchas, fueron para adelante y lograron su primer triunfo en esta Liga Águila.
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Durante la semana Pelusso se ufanó de la visita de Juan Carlos Osorio a la práctica de su equipo, de una charla larga de fútbol y de maneras. Y le dijo a sus allegados que el entrenador colombiano tenía una intuición para manejar partidos complicados, como el de Alemania en la Copa del Mundo de Rusia al mando de la selección mexicana. Y al parecer el DT uruguayo tomó nota de uno que otro consejo y le dio un nuevo impulso a su equipo que, el semestre pasado, no lograba ser colectivo, algo que esta vez se vio en más medida.
El Cali, el club de Nicolás Benedetti, ahora de Macnelly Torres, tiene los jugadores para generar fútbol, para derrotar a cualquier equipo y con el paso dado este sábado, el primero del semestre, hay forma de encaminar un proceso al que le piden ya resulados. El club verde sufrió y por eso el triunfo fue más valioso, porque cuando algo es agónico se disfruta más, porque es el premio al esfuerzo y una moraleja para ir siempre, para intentar porque el opoiente en algún momento se quiebra, así sea en el último segundo de un partido.
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Por el otro lado, fue jornada triste para los dirigidos por Néstor Craviotto, que hizo un planteamiento inteligente, pero que no pudo sacar un punto en una plaza complicada y en la que el Cali espera crear una fortaleza inquebrantable. En la próxima fecha, el club azucarero viajará a Tunja para medirse contra el Boyacá Chicó, mientras que el cuadro opita recibirá a Rionegro Águilas. El primer triunfo ya se dio, ahora hay que ver cómo se hilvanan unos cuantos más.