Julián Quiñones rescató un punto para el Tolima ante Jaguares

El defensor, que no estuvo claro en los dos goles de la visita, anotó el 2-2 final en el minuto 91, cuando la derrota en casa ya era un hecho.

Redacción deportes
11 de agosto de 2018 - 02:52 a. m.
El cuadro local no ha perdido nunca con Jaguares en su casa tras cuatro partidos. / Deportes Tolima
El cuadro local no ha perdido nunca con Jaguares en su casa tras cuatro partidos. / Deportes Tolima

La orden siempre suele ser la misma en todos los equipos: mandar al hombre más alto al área para ver qué puede hacer, cuando se le quiere huir a la derrota. Y eso, por ejemplo, le funcionó este viernes al Deportes Tolima, pues cuando caía en su casa 2-1 con Jaguares, Julián Quiñones se metió al lado del punto penal y de cabeza puso la igualdad ante la frustración de los jugadores del equipo de Montería, de los que trabajaron un partido entero por lograr el primer triunfo en Ibagué.

Y así el equipo de Alberto Gamero se libró de lo que hubiera sido su segunda derrota consecutiva (perdió la fecha pasada 4-2 contra Alianza Petrolera), y salvó un punto en el Murillo Toro luego de un partido tenue como la luz en algunos sectores de una cancha impecable, pero que todavía necesita más iluminación. Felicidad para el campeón de Colombia, a pesar de haber jugado mal, y tristeza para Jaguares que supo hacer una de las cosas más difíciles de todas: jugar un fútbol simple, pero efectivo.

Así, bajo ese principio, llegaron los dos goles del club de Montería, el primero tras un pase de Jhony Cano, entre líneas, para que Raphael Lucas Oliveira pusiera el 1-0 en el minuto 29, para que el delantero de 25 años marcara por primera vez en nuestro país. Quiñones y Sergio Mosquera dejaron un hueco tan grande en el medio que medio equipo visitante pudo meterse por ahí, por donde el pequeño brasileño se coló y definió a la salida de Álvaro Montero.

Antes de que finalizara la primera parte Cano anotó el 2-0. Todo el mérito para él que abrió la pelota y pegó un pique de 20 metros para llegar al área solo, bueno junto a su compañero Oliveira, y así anotar sin dejarla caer. De nuevo Quiñonez y Mosquera lejos de la jugada. Y por eso la rabia de Alberto Gamero, por errores de entender el deporte que se practica, por equivocaciones imperdonables para dos hombres tan experimentados como ellos.

En la segunda parte, como era de esperarse, el Tolima se fue al ataque por más impulso que vocación, y llegó varias veces, y el arquero Wilder Mosquera salvó unas cuantas. Y gracias a estar cerca al área rival llegó el descuento en un zapatazo de Yohandry Orozco, que ingresó en la segunda parte y apenas tuvo espacio sacó un remate al ángulo. El gol dio fuerzas y ánimo para mandar la pelota al punto penal buscando la equivocación del otro, más que el acierto propio.

El empate llegó por el acierto y la inteligencia del capitán del Tolima y por eso hubo punto para ambos, cuando debió haber sido tres para el visitante. Premio al que nunca se rinde,  castigo al que no sabe cerrar un encuentro.

 

Por Redacción deportes

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