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Una denuncia este miércoles dejó al fútbol femenino colombiano en estado de conmoción. El Junior de Barranquilla anunció oficialmente la salida de su entrenadora Yinaris García, pero lo que parecía una simple reestructuración técnica pronto se convirtió en un escándalo de grandes proporciones. Minutos después del comunicado del club, García lanzó una grave denuncia: siete jugadoras estarían involucradas en amaño de partidos y conductas antideportivas.
En un primer momento, el Junior se limitó a informar que la salida de la entrenadora fue producto de una “rescisión unilateral del contrato” y agradeció brevemente a García por su trabajo. También confirmó que su asistente, Sandra Narváez, asumiría el rol de directora técnica de manera inmediata.
Lo que nadie esperaba era lo que vendría después.
Yinaris García rompió el silencio en sus redes sociales y, lejos de limitarse a una despedida diplomática, reveló que su salida fue precipitada por una situación interna mucho más delicada: la existencia de pruebas sobre amaños de partidos dentro del equipo femenino.
En un comunicado público, García aseguró que tras conocerse la decisión del club, recibió información y pruebas que apuntan a que siete jugadoras habrían manipulado resultados de partidos en la actual temporada y en la anterior.
“Los malos resultados no son casuales”, escribió. “Me fueron entregadas pruebas de que dichos resultados habrían sido manipulados por un grupo de jugadoras, incurriendo en conductas antideportivas”. García afirmó además que ya entregó este material a las autoridades competentes.
Más allá del daño deportivo, García dejó claro que el escándalo también pone en entredicho su trayectoria profesional. “Esto afecta directamente el buen nombre que he construido durante años”, expresó. También insistió en que su única motivación al exponer los hechos es proteger el desarrollo del fútbol femenino, una disciplina que —según ella— ha sido históricamente marginada y que hoy no puede permitirse retrocesos de esta magnitud.
Las reacciones no se han hecho esperar. Aunque el club no se ha pronunciado más allá del primer comunicado, la opinión pública está dividida entre el asombro, la indignación y la exigencia de una investigación profunda y transparente.
Por ahora, se sabe que las autoridades ya tienen en su poder las pruebas aportadas por García, y una investigación está en curso. La entrenadora, por su parte, prometió ofrecer una única declaración adicional para dar más detalles sin entorpecer el proceso legal.
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