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La asamblea en la que cambió el gobierno en Millonarios

El conjunto albiazul eligió la nueva junta directiva presentada en plancha única por Alejandro Revollo, que ejercerá de inmediat.o

El Espectador
23 de marzo de 2014 - 04:54 p. m.
La asamblea en la que cambió el gobierno en Millonarios

Como estaba anunciado, en desarrollo de la asamblea ordinaria de socios de Azul y Blanco que se realizó este sábado 22 de marzo en Bogotá, se produjo el relevo de la junta directiva de Millonarios. El cambio obedeció a una obligada restructuración administrativa y de gobierno en las riendas del club, que en parte se explica en dos hechos: la presencia en la nueva junta directiva de su máximo accionista Gustavo Serpa y la del interventor del fondo Premium, Alejandro Revollo.

Con versiones encontradas sobre la situación económica del club y la incertidumbre por el destino de las acciones del inversionista Juan Carlos Ortiz –uno de los protagonistas del escándalo de Interbolsa y el fondo Premium-, con cierto retraso se inició la asamblea ordinaria. El lugar elegido fue la sede del Nuevo Gimnasio, al norte de la ciudad, donde a partir de las ocho y treinta de la mañana empezaron a hacer presencia los socios y directivos, muchos de ellos portando la camiseta del equipo.

La logística fue cuidadosamente preparada. Dos pantallas para observar en primer plano los detalles de la asamblea, puestos de votación con sistema electrónico auditado, el atractivo de los trofeos logrados junto a la estrella 14 ganada en 2012, y espacio suficiente para acomodar a más de mil socios. Al final hicieron presencia solo 467, en representación del 82.37% de las acciones del equipo capitalino. Un quorum suficiente para darle validez a las decisiones adoptadas durante la asamblea.

A las nueve y cuarenta de la mañana, después de la emisión del video de los penaltis que definieron el título de 2012, empezó la reunión formalmente. Sin preámbulos, su presidente Julio César Ortiz, después de recordar cómo se hizo hincha del equipo a través de su tío, el sacerdote Gabriel Ortiz Méndez, capellán del equipo en los años 70, anunció que la junta directiva daba un paso al costado. Hubo un breve debate y luego se ajustaron las formalidades de la asamblea con modificaciones en el orden del día. 

Con la lectura del informe de gestión del expresidente de Millonarios, Felipe Gaitán, y del anterior representante legal, Eduardo Silva, se inició la discusión de los asuntos económicos. De dicho reporte quedó claro que los ingresos del equipo al cierre de 2013 llegaron a $45.115 millones, discriminados por taquilla, abonados, ingresos por televisión, publicidad y patrocinios, escuelas de formación y tiendas azules. Según lo anunciado, no quedaron deudas por pagar y sólo pocas contingencias.

En particular, el informe detalló que la venta del 85% de los derechos deportivos del defensa central Pedro Franco al fútbol de Turquía y del 50% de los correspondientes al delantero Wilberto Cosme, hoy en el balompié mejicano, le dejaron al club ingresos por $7.100 millones. Además expresó que la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA reportó al equipo que debe resolver un pleito laboral pendiente con el futbolista argentino Carlos Ariel Marineli, que jugó en Millonarios en 2009. 

El tema incómodo del escrito quedó incluido en el párrafo en el que se admitió que su asamblea de accionistas de 2013 aprobó la emisión de acciones, pero no se consideró oportuno asumirlo en ese momento “por el riesgo reputacional asociado a la deuda con Valores Incorporados”. En pocas palabras, el efecto Interbolsa, los dineros de Juan Carlos Ortiz, el pago de $5.510 millones que tuvo que hacer el equipo para saldar cuentas con uno de los principales accionistas, ausente de la asamblea. 

Hasta ese momento la asamblea era de la mesa principal. El debate se abrió cuando se dieron los estados financieros y empezaron las preguntas. ¿Por qué figuran determinados millones en los pasivos?, indagó un socio minoritario. La respuesta fue que, por iniciativa de la Dimayor, varios equipos habían tramitado préstamos con la banca con vencimiento en 2016. Luego se reveló la utilidad neta de la empresa, $1.362 millones, y enseguida la propuesta de la junta directiva saliente: destinarlos a la reserva legal. 

Acto seguido, el socio Germán Casas pidió la palabra y cuando quiso insistir en sus argumentos alrededor de que lo único claro de los informes era el déficit de caja del equipo, muchos asistentes empezaron a abuchearlo. “Fuera, fuera, fuera”, repetían en coro varios socios. “Vuélvase hincha de Nacional”, lo interrumpió otro asambleísta. “Ustedes están presentando utilidades que no son ciertas”, refutó Casas. Y luego anotó con tono de advertencia: “Iremos viendo el tema”. 

Vinieron otros interrogantes. Entre ellos el del socio Mauricio Ortiz, quien pidió que la asamblea conociera cuánto les habían dado de indemnización a Hernán Torres, su equipo técnico y al expresidente del club, Felipe Gaitán. En respuesta, el contador y saliente directivo Luis Alfredo Caicedo aclaró que Felipe Gaitán recibió $117 millones, Hernán Torres $240 millones y los miembros de su equipo técnico $80 millones más. Torres tenía contrato a término indefinido y no había justa causa, aclaró Caicedo. 

Otro socio preguntó por $400 millones incluidos en el rubro de gastos extraordinarios. Caicedo explicó que en Azul y Blanco tuvieron una visita del Sena y de Bienestar Familiar para averiguar por los aportes parafiscales sobre premios y bonificaciones, y el equipo solicitó una inspección del Ministerio de Trabajo que concluyó con el reconocimiento oficial de que no se están eludiendo compromisos y que los controles internos quieren homologar las prácticas de los grandes equipos del mundo. 

El contador Luis Alfredo Caicedo aprovechó para aclarar casos pendientes. Sobre el jugador Carlos Ariel Marinelli expuso que el Tribunal de Apelaciones de la FIFA notificó a Azul y Blanco sobre el pago de unas obligaciones con el futbolista, pero que ese reclamo debía hacerse a la antigua corporación que no pagó esa deuda. También detalló que en el proceso de venta de Pedro Franco surgió un dudoso empresario pidiendo derechos pero no estaba autorizado para hacerlo y por esa pelea no hay riesgos.

El reloj marcaba las diez y veinte de la mañana y la mesa principal explicaba a los asistentes los costos económicos de haber salido campeón, cuando sobrevino la pregunta del millón. El tema Interbolsa. Entonces tomó la palabra el agente interventor del fondo Premium, Alejandro Revollo y recalcó que el 15% de las acciones, correspondiente a la propiedad de Juan Carlos Ortiz, había sido ofrecido para resarcir a las víctimas del descalabro del fondo Premium, pero que eso no significaba estatización alguna.

“Es una intervención para resolver una crisis”, insistió una y otra vez Revollo, quien manifestó que la idea es que esas acciones se pongan en venta preservando de antemano las arcas del equipo. Es parte del plan de desmonte pactado con Ortiz, aunque podría existir alguna otra participación indirecta del inversionista, admitió el interventor. Entre los asistentes no faltó el que empezó a calcular el monto de esos dineros. Si cada acción de Millonarios está hoy en $1.210, serían unos $3.200 millones.

Cuando cesaron las explicaciones de Revollo, incluyendo otra intervención de Germán Casas con los respectivos abucheos en su contra, entró en discusión qué hacer con las utilidades. La saliente junta directiva propuso que el 100% se destinaran a la reserva legal. Entonces surgieron dos fórmulas más: el 50% para la reserva y el otro 50% para invertir en jugadores; y el 10% para la reserva y el 90% para comprar al delantero Dayro Moreno. Esta última propuesta recibió el aplauso cerrado de la concurrencia. 

La discusión del tema se tomó su tiempo. No faltó quien pidiera dividendos para los accionistas, que se comprara una sede o que se recordara que Azul y Blanco nació debiendo $6.000 millones y hoy daba utilidades. El tema se fue a votación y 417 de los 467 asistentes aceptaron que todas las utilidades se fueran a la reserva legal. Cerrado el asunto, sólo quedaba elegir a la nueva junta directiva. Entonces se adelantó a todos el agente interventor del fondo Premium, Alejandro Revollo.  

Vestido de suéter azul, sin adelantos sobre su equipo de preferencia pero con comentarios de hincha, planteó su plancha. Helena Mesa, Alfonso Palacios, Gustavo Serpa, Fernando Triana y el mismo, como principales. Eduardo Jaramillo, Ernesto Camacho, Fernando Jaramillo, Fred Jacobsen y Felipe Batiste como suplentes. Algunos socios intentaron presentar otra plancha, llamada de “los académicos”, pero no cumplieron los requisitos que se exigían en los reglamentos. 

Así las cosas, todo quedó servido para el relevo en el gobierno de Azul y Blanco. El socio Germán Casas volvió a reclamar, esta vez porque en su sentir, la junta propuesta estaba integrada por gente ajena al fútbol y sus tecnicismos. El presidente de la asamblea Julio César Ortiz le respondió que el nuevo concepto en Millonarios era que los dueños no representaran intereses de jugadores o cosa parecida, como en el pasado, sino que administraran el equipo como una empresa sólida y autónoma.

En ese momento irrumpieron en el recinto tres integrantes del equipo profesional y se dio un paréntesis al debate. Los jugadores Modeste MBami, Yuber Asprilla y Alex Díaz se robaron el show. Buena parte de los socios hinchas se fue a rodearlos y solicitar sus autógrafos, otros empezaron a hacerse fotos junto a las hermosas barristas y los trofeos de 2012. Cuando cesaron las emociones deportivas, se dieron las últimas intervenciones, en las que no faltó quien pidiera un trato especial al capitán Mayer Candelo. 

El debate se cerró con la intervención de otro asambleísta que dejó sentir sus reparos contra el socio mayoritario Gustavo Serpa, por declaraciones radiales en las que habló de “maldición de testaferros”. De inmediato se puso a consideración la plancha planteada por Revollo y por aclamación fue aprobada. Era la una de la tarde y trece minutos. La mesa directiva consultó a la delegada de Coldeportes si era necesario votar o era suficiente la salva de aplausos. La funcionaria avaló la reacción espontánea. 

De esa manera, para un mandato de cuatro años, quedó elegida la nueva junta directiva de Millonarios. La gerente de Semana, Helena Mesa; el presidente de Telefónica, Alfonso Palacio; el socio mayoritario y representante del grupo Amber, Gustavo Serpa; el empresario Fernando Triana y el agente interventor del fondo Premium, Alejandro Revollo. Su primer anuncio se dio de inmediato: antes de concluir 2014 habrá emisión de acciones ordinarias para capitalizar el equipo. 

Así se selló, por ahora, el fin de la era de Juan Carlos Ortiz en Millonarios, el ingreso a la junta de su archirrival Gustavo Serpa y la presencia en el máximo organismo del equipo de un interventor de la Supersociedades, que además rastrea los bienes ocultos del fondo Premium. Sobre la mesa quedó una inquietud de los socios minoritarios: que algún día alguno de ellos o de los hinchas pueda tener asiento en la junta. En cuanto a la era española de José Portolés y Juan Manuel Lillo, quedó aplazado el debate porque la idea era terminar de pasar la dura página de 2013. 

 

 

 

Por El Espectador

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