La dura tarea que tiene por delante Millonarios

Ya no es solo el tema de los cuatro partidos sin ganar (un punto de 12 posibles). También es la situación de no anotar y de lucir desorganizado en la cancha, falto de ideas, sin alguien que tome el liderazgo en el medio campo y habilite a los de adelante. Del Millonarios del semestre pasado solo queda el vestigio de un equipo goleador (anotó en 30 oportunidades en primera fase), de un equipo intimidante en su estadio y práctico y productivo de visitante. Jorge Luis Pinto parece no encontrarle solución a lo que sucede en la cancha, y por más que repita en las ruedas de prensa que trabaja para mejorar los errores, estos permanecen y se hacen más visibles. Y los rivales ya se dieron cuenta, y sacan provecho de las equivocaciones, de los espacios y de defender para sacar ventaja.

Ahora bien, dejando atrás lo sucedido en las últimas salidas, al equipo embajador le queda una tarea ardua si quiere mantenerse en el grupo de los ocho y clasificar a los cuadrangulares semifinales. En este punto, cuando es sexto en la tabla y su diferencia de gol es cero, hay que visitar a Júnior en el Metropolitano, un club que de las siete presentaciones que ha tenido en esta Liga ha ganado cinco, pero que también presenta irregularidades, pues en una fecha hace las cosas bien y le gana a Nacional en el Atanasio y a la siguiente pierde con Pasto.

Después Millonarios recibirá a Santa Fe en una nueva edición del clásico bogotano. El cuadro cardenal viene en alza, y no pierde hace nueve fechas. En otras palabras: pasó de estar eliminado a ubicarse dos unidades por debajdo del club azul. En ese encuentro uno de los dos podría sellar su tiquete y dejar al otro a la espera de la última fecha, incluso un empate los dejaría a ambos en la cuerda floja. Y en esa jornada de cierre los azules visitarán a Rionegro Águilas, que, por ahora, con 22 puntos no renuncia a meterse en la siguiente fase. Puede que para esa fecha (noviembre 3) los antioqueños estén eliminados, pero ganar en esa plaza nunca ha sido fácil.

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Ahora viene lo más complicado, lo que hace un par de meses servía como respaldo, incluso para vanagloriarse si en un partido las cosas no salían bien. El primer puesto de Millonarios en la reclasificación, ese lugar que entrega un cupo a la Copa Libertadores del próximo año, ya no está tan fijo como cuando los rivales se veían lejanos. En estos momentos el club bogotano tiene 77 puntos, cuatro más que Júnior (que no entra en esta disputa al ser el campeón del torneo anterior), siete por arriba de América y ocho de Tolima. En caso de que uno de estos dos equipos, o los dos, se metan en los cuadrangulares semifinales y los embajadores queden por fuera el riesgo será mayor.

Claro que este panorama es siendo lo más negativos posibles, porque pueda que Millonarios se clasifique y mantenga esa ventaja. Lo cierto es que si antes el objetivo era y se le pedía a Pinto y compañía el título (estaba jugando para ganarlo), ahora es que se mantenga en las primeras posiciones, para un onceno que no encuentra la manera de recuperarse y salir del bache. Las disculpas tanto del DT como de los jugadores ya no son suficientes para una hinchada preocupada por una realidad y un presente que devoran ilusiones de una forma cruel.

Ya no es solo el tema de los cuatro partidos sin ganar (un punto de 12 posibles). También es la situación de no anotar y de lucir desorganizado en la cancha, falto de ideas, sin alguien que tome el liderazgo en el medio campo y habilite a los de adelante. Del Millonarios del semestre pasado solo queda el vestigio de un equipo goleador (anotó en 30 oportunidades en primera fase), de un equipo intimidante en su estadio y práctico y productivo de visitante. Jorge Luis Pinto parece no encontrarle solución a lo que sucede en la cancha, y por más que repita en las ruedas de prensa que trabaja para mejorar los errores, estos permanecen y se hacen más visibles. Y los rivales ya se dieron cuenta, y sacan provecho de las equivocaciones, de los espacios y de defender para sacar ventaja.

Ahora bien, dejando atrás lo sucedido en las últimas salidas, al equipo embajador le queda una tarea ardua si quiere mantenerse en el grupo de los ocho y clasificar a los cuadrangulares semifinales. En este punto, cuando es sexto en la tabla y su diferencia de gol es cero, hay que visitar a Júnior en el Metropolitano, un club que de las siete presentaciones que ha tenido en esta Liga ha ganado cinco, pero que también presenta irregularidades, pues en una fecha hace las cosas bien y le gana a Nacional en el Atanasio y a la siguiente pierde con Pasto.

Después Millonarios recibirá a Santa Fe en una nueva edición del clásico bogotano. El cuadro cardenal viene en alza, y no pierde hace nueve fechas. En otras palabras: pasó de estar eliminado a ubicarse dos unidades por debajdo del club azul. En ese encuentro uno de los dos podría sellar su tiquete y dejar al otro a la espera de la última fecha, incluso un empate los dejaría a ambos en la cuerda floja. Y en esa jornada de cierre los azules visitarán a Rionegro Águilas, que, por ahora, con 22 puntos no renuncia a meterse en la siguiente fase. Puede que para esa fecha (noviembre 3) los antioqueños estén eliminados, pero ganar en esa plaza nunca ha sido fácil.

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Ahora viene lo más complicado, lo que hace un par de meses servía como respaldo, incluso para vanagloriarse si en un partido las cosas no salían bien. El primer puesto de Millonarios en la reclasificación, ese lugar que entrega un cupo a la Copa Libertadores del próximo año, ya no está tan fijo como cuando los rivales se veían lejanos. En estos momentos el club bogotano tiene 77 puntos, cuatro más que Júnior (que no entra en esta disputa al ser el campeón del torneo anterior), siete por arriba de América y ocho de Tolima. En caso de que uno de estos dos equipos, o los dos, se metan en los cuadrangulares semifinales y los embajadores queden por fuera el riesgo será mayor.

Claro que este panorama es siendo lo más negativos posibles, porque pueda que Millonarios se clasifique y mantenga esa ventaja. Lo cierto es que si antes el objetivo era y se le pedía a Pinto y compañía el título (estaba jugando para ganarlo), ahora es que se mantenga en las primeras posiciones, para un onceno que no encuentra la manera de recuperarse y salir del bache. Las disculpas tanto del DT como de los jugadores ya no son suficientes para una hinchada preocupada por una realidad y un presente que devoran ilusiones de una forma cruel.