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Un gol olímpico no es algo de todos los días. En la liga en Colombia no se marcaba desde octubre de 2012, cuando Omar Pérez con la camiseta de Independiente Santa Fe le anotó a Atlético Nacional. Estos tantos tienen un poco de todo: sagacidad del cobrador y desconcentración y permisividad por parte de los defensores. Hace dos semanas en Francia se vio el ejemplo perfecto, Ángel Di María pateó cerrado con un efecto hacia adentro, el arquero del Nimes Benardoni no puso a nadie en el primer palo. Por ahí pasó el esférico, dejando al guardameta sin reacción.
Este sábado sucedió algo similar en el fútbol nacional. En el partido entre América de Cali y Deportivo Pasto que se disputó en el Pascual Guerrero, Gilberto 'Alcatraz' García aprovechó el desorden defensivo de los escarlatas, que parecía respiraban con tranquilidad con el 3-0 a favor en el marcador. El lateral cobró al primer palo, como lo hizo Ángel Di María hace dos semanas, pero en este remate aparece un personaje que se lleva una gran parte de la responsabilidad por la anotación: Pablo Armero.
El jugador del cuadro rojo intentó cabecear, pero el balón ya venía bajando así que no alcanzó. No lo midió bien y le quitó el cuerpo. Le dio toda la libertad para que se metiera por el primer palo de la portería defendida por Carlos Bejarano, quien apenas tuvo tiempo de reaccionar. Complicidad y sagacidad. Un porcentaje de ambas en el gol que marcó García en el estadio Pascual Guerrero. El primero de esta clase que se anota en este escenario.
Al final, no fue suficiente para el Deportivo Pasto, que terminó perdiendo 3-1 frente al América en el Pascual Guerrero. "Ese equipo se mereció uno o dos goles más. El resultado muchas veces disfraza lo sucedido en la cancha", dijo 'Pecoso' en la rueda de prensa posterior al compromiso. Tras la décima fecha, el cuadro nariñense se ubica en la decimonovena posición en al Liga Águila.