Desde hace un par de décadas, los futbolistas profesionales afiliados a Acolfutpro han luchado por sus derechos. La entidad se ha preocupado por que sus condiciones laborales se ajusten a la ley y les permitan ejercer dignamente su oficio. Los resultados han sido evidentes, pero aún falta camino por recorrer.
Por eso, el 11 de septiembre pasado se les envió una carta a los presidentes de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y a la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), Ramón Jesurún y Jorge Enrique Vélez, respectivamente, en la que se reiteraban peticiones que vienen haciendo desde hace mucho tiempo, entre ellas concertar los calendarios de competencias, descanso y recuperación, el estatuto del jugador, el código disciplinario, una minuto única de contratos, pólizas complementarias de salud, la continuidad de la Liga Femenina, la participación sobre los derechos de televisión y la adopción de protocolos contra la discriminación, la violencia de género y el racismo, entre otras.
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Esos no son temas nuevos, pero como no existe un mecanismo efectivo para que dirigentes de los clubes y futbolistas puedan intercambiar ideas y negocias esas solicitudes, Acolfutpró recurrió al Ministerio del Trabajo para que interceda e impida que sus solicitudes sigan siendo ignoradas. De lo contrario, la gremación convocará a sus asociados a una huelga que garantice su legítimo derecho a protestar.
"Siempre hemos tenido la disposición para dialogar, negociar e incluso ceder en algunos aspectos. Lo que buscamos es el desarrollo y progreso de nuestro fútbol y de nuestra profesión, a pesar de la indiferencia de los dirigentes, su irrespeto y desprecio. Ni siquiera se han pronunciado oficialmente con respecto a nuestras peticiones", aseguró este miércoles un jugador profesional de un club tradicional de la primera división, quien explicó que "si bien en mi equipo cumplen con casi todas las condiciones laborales que exigen FIFA y la ley colombiana, hay muchos en los que se siguen vulnerando los derechos de los deportistas. Es por ellos que estamos contemplando la posibilidad de ir a la huelga".
Este miércoles, ante la nueva solicitud de Acolfutpro, la Dimayor se pronunció. En una carta dirigida a Carlos González Puche, director ejecutivo de Acolfutpro, y Luis Alberto García, secretario general, Jorge Enrique Vélez explica que su entidad se rige por las normas FIFA en la parte deportiva y la ley nacional en los aspectos laborales. Asegura que "las sugerencias que emanen de la organización que ustedes representan, como las de cualquier persona jurídica a nivel nacional o internacional, podrán ser recibidas para su correspondiente estudio, pero no pueden ser entendidas con un carácter vinculante o definitivo. En este sentido debe ser claro que las directrices que son de obligatorio cumplimiento provienen de las autoridades deportivas a nivel internacional, y de la legislación nacional aplicable. Por lo anterior no es posible dar curso favorable a su solicitud".
Eso significa que de parte de la dirigencia del fútbol no hay disposición ni de diálogo ni de negociación, algo que podría generar inconvenientes, especialmente ahora que llega la recta final de la Liga Águila y tres equipos femeninos comenzarán su participación en la Copa Libertadores. Un conflicto laboral a estas alturas empediría cumplir con los calendarios y sería un muy mal precedente para las candidaturas de Colombia el Mundial Femenino de 2023 y la Copa Mundo de la FIFA de 2030, para las que el gobierno del presidente Iván Duque anunció que buscará la sede.