A Santa Fe le cuesta la transición

Es apresurado hablar de crisis, pues el cuadro albirrojo mantiene sus opciones de avanzar en el torneo local y en la Libertadores. Sin embargo, el DT Gregorio Pérez parece desorientado.

Redacción deportes
18 de marzo de 2018 - 09:21 p. m.
Independiente Santa Fe no ha tenido un buen comienzo en la Liga Águila. En Libertadores ya está en la fase de grupos. / Mauricio Alvarado
Independiente Santa Fe no ha tenido un buen comienzo en la Liga Águila. En Libertadores ya está en la fase de grupos. / Mauricio Alvarado
Foto: MAURICIO ALVARADO

El 17 de diciembre de 2017 terminó el lustro más exitoso en la historia de Independiente Santa Fe. Luego de la dolorosa derrota frente a Millonarios, en la final de la Liga Águila, algo cambió dentro del club, que en torneos oficiales jugó 13 finales en los últimos cinco años y ganó ocho de ellas. Caer ante su más tradicional rival fue un duro golpe, sobre todo para los hinchas, que se habían acostumbrado a levantar trofeos y celebrar el renacimiento de una institución que recuperó su prestigio después de más de 30 años de frustraciones deportivas. (Puede leer: Santa Fe, sorprendido en El Campín: perdió 1-0 frente al Huila).

Pasaron ya tres meses desde ese gol de Henry Rojas que rompió la química entre aficionados, directivos y miembros del cuerpo técnico, y las heridas no se han podido curar. Al estratega uruguayo Gregorio Pérez no le han perdonado el hecho de haber dejado escapar la décima estrella y al presidente César Pastrana lo acusan de preocuparse más por su nuevo cargo en el comité ejecutivo de la Federación Colombiana de Fútbol que por el futuro del Santa Fe, que no se reforzó adecuadamente para la nueva temporada, con Copa Libertadores de América incluida.

Aunque el equipo superó con suficiencia las dos primeras eliminatorias y consiguió cupo a la fase de grupos del torneo continental, en la Liga Águila ha tenido un flojo comienzo y a mitad de campeonato ve complicada su clasificación a los cuartos de final. De ocho partidos ha ganado tres y perdido cinco, el último de ellos el pasado sábado, 0-1 ante Atlético Huila, en El Campín. Eso sí, más allá de las estadísticas, que indican que los leones están a una victoria del octavo lugar, lo que preocupa es el nivel de juego de algunos jugadores y la falta de alternativas tácticas, especialmente a la hora de tener que salir a proponer.

Fuera de casa, aunque sin la solidez defensiva de otros años, los cardenales tienen claro su libreto, esperar al rival y aprovechar la velocidad de sus delanteros para hacer daño con un juego muy vertical. Como locales, en cambio, han sufrido más que nunca la falta de ideas, de un volante creativo que se eche el equipo al hombro y ponga mano a mano a sus atacantes con el arquero adversario. Esa circunstancia hace que se extrañe más de la cuenta al argentino Ómar Pérez, quien se fue de la institución en enero, en medio de polémicas con el técnico, quien lo utilizó poco en 2017 y le advirtió que no estaba en sus planes para esta temporada, medida impopular que puso en contra del DT a la parte de la hinchada que todavía lo respaldaba.

A pesar del respiro que había tomado el equipo, con sus triunfos ante Jaguares (4-0), Pasto (1-0) y Envigado (3-0), en las fechas 5, 7 y 8, respectivamente, frente el Huila el cuadro cardenal volvió a lucir desconcertado, sin variantes ni actitud. Por eso, tras la derrota ante su afición, las críticas volvieron. “No nos salieron las cosas, no tuvimos claridad y ellos plantearon bien el partido”, reconoció el técnico Gregorio Pérez, quien en las derrotas ha asumido la responsabilidad y se ha cuidado de señalar culpables en el plantel. “Fuimos un equipo ante Envigado y otro contra Huila”, agregó. Y tiene razón. Santa Fe es uno de visitante, cuando le entrega la pelota y la responsabilidad al rival, y otro cuando es el que tiene que proponer.

Es apresurado hablar de crisis. El cuadro rojo mantiene sus opciones de avanzar en el torneo local y en la Libertadores, en la que empató en casa con Emelec y comparte grupo además con Flamengo de Brasil y River Plate de Argentina. El miércoles recibirá al América, en partido que estaba aplazado desde la tercera fecha. Una victoria lo dejaría nuevamente en zona de clasificación y calmaría un poco a quienes ya están pidiendo la renuncia del entrenador, el presidente y hasta la salida de algunos jugadores, aunque está claro que la situación es producto de múltiples factores y los responsables son todos.

Precisamente por eso será fundamental tomar decisiones con cabeza fría y no seguir fallando. A los futbolistas que están, hay que apoyarlos y sacarles el mejor provecho. Cambiar al entrenador a mitad de campeonato no garantiza el éxito. En cambio, sí hay que elegir bien al sucesor de Pastrana, que se irá a mitad de año.

Por Redacción deportes

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