1960, “el mejor Santa Fe de todos los tiempos”

El cuadro cardenal se coronó por tercera ocasión en el fútbol profesional colombiano. De los 44 partidos que disputó en el año, ganó 22, empató 17 y perdió cinco juegos.

Redacción deportes
11 de septiembre de 2018 - 09:13 p. m.
En 1960, Santa Fe se coronó campeón del fútbol colombiano.  / Archivo
En 1960, Santa Fe se coronó campeón del fútbol colombiano. / Archivo

Con mala noticia deportiva internacional se inició la década de los años 60. El 3 de enero, días después de participar en un critérium de ciclismo en la región africana del Alto Volta (hoy Burkina Faso), a sus 41 años falleció el excampeón mundial italiano Fausto Coppi. Primero se habló de neumonía, después que había contraído la malaria. El anuncio de su deceso le dio la vuelta al mundo y en Colombia se registró con amplitud, pues apenas un año antes había pasado por Bogotá, dando demostración de excelencia deportiva y personal.

A lo largo de su dilatada carrera, Fausto Coppi ganó cinco veces el Giro de Italia y en dos ocasiones obtuvo el Tour de Francia (1949 y 1952). Fue el primer ciclista en ganar en una misma temporada las dos pruebas. También fue campeón mundial de ruta en 1953 y récord mundial de la hora. Entre los entendidos, hace parte de la lista de los ciclistas más destacados en la historia. Aunque en su momento se desató la polémica porque el deceso fue atribuido a desatención médica, hace 15 años surgió la versión de que había muerto envenenado.

Pasado el boom de la noticia, como era habitual en aquellos años, enero estaba dedicado a las temporadas internacionales de fútbol y 1960 no fue la excepción. Mientras por el estadio Atanasio Girardot pasaron los equipos brasileños Sao Pablo, Palmeiras y Vasco da Gama, Botafogo lo hizo por El Campín de Bogotá. En la capital antioqueña el que se lució fue Huracán de Argentina, orientado por Néstor Raúl Rossi, mientras en Bogotá, los aplausos fueron para Botafogo y sus estrellas Garrincha, Ze María, Nilton Santos y Mario Zagallo.

Con participación de 12 equipos, el décimo tercer torneo profesional de fútbol se inició el 27 de marzo. Los primeros beneficiados fueron Bucaramanga y Cali que ganaron sus juegos como visitantes ante Nacional y Cúcuta, respectivamente. El vigente campeón Millonarios empató a dos goles con Magdalena. El mismo marcador se dio en el juego Pereira-Quindío y solo dos locales triunfaron: América que ganó a Medellín 3-2 y Santa Fe que arrolló a Tolima por 6-3, con cuatro goles del argentino, ex San Lorenzo y Argentinos Juniors, Alberto Perazzo.

En las primeras fechas, Bucaramanga y Cali parecían llamados al protagonismo, pero tras la quinta fecha, el 24 de abril, Santa Fe mostró que también tenía con qué dar batalla. Tras vencer a Cali por 3-1 en calidad de visitante, tomó la punta del torneo con ocho puntos. Al equipo había retornado como técnico el argentino Julio Tocker y, además de sus compatriotas Osvaldo Panzutto y Alberto Perazzo que estaban desde el año anterior, se vincularon también los argentinos Miguel Resnik, Guillermo Milne, Leonardo Bevilacqua y Ricardo Campana.

En cuanto al campeón vigente, Millonarios, en calidad de clasificado a la primera versión de la Copa de Campeones de América, encaró el torneo con el máximo entusiasmo de la afición. Siete países participaron y al equipo albiazul le correspondió eliminarse con Universidad de Chile. El 8 de mayo lo derrotó 6-0 en el Estadio Nacional de Santiago, con dos goles de Rubén Pizarro, dos de Marino Klinger, uno de Orlando Larraz y el último de Rodolfo Michelli. En el partido de vuelta, el 15 de mayo, ganó de nuevo Millonarios 1-0 con gol de Pizarro.

Mientras esperaba su siguiente enfrentamiento con Olimpia de Paraguay, en el torneo local venció a Bucaramanga 1-0, lo que permitió que Santa Fe sacara ventaja a los leopardos y se afianzara como líder del torneo colombiano con 15 puntos. De regreso a su compromiso internacional, el 29 de mayo el onceno embajador empató a cero goles con Olimpia, pero una semana después, el 5 de junio, cayó goleado en Asunción 5-1. Eliminado de la Copa de Campeones de América, retornó a la disputa del torneo local, muy rezagado de los equipos punteros.

En contraste, Santa Fe se mantuvo sólido e invicto, escoltado por Quindío y Bucaramanga. El 19 de junio hubo clásico. Empezó ganando Millonarios en el minuto 17, con gol de Roberto Castro. Al minuto 23, aumentó la cuenta  Pizarro en un rebote cedido por el arquero santafereño Bevilacqua.  Con esa ventaja se fueron al descanso, pero en el segundo tiempo, Santa Fe sacó la garra. Descontó Miguel Resnik comenzando la etapa complementaria, y en el minuto 90, cuando el juez Ovidio Orrego contaba los segundos, empató Panzutto.

La misma semana del clásico se jugó también la final de la Segunda Copa de Campeones de América. En el primer juego en el estadio Centenario de Montevideo, Peñarol sacó ventaja sobre Olimpia 1-0. La revancha se disputó en el estadio Puerto Sajonia de Asunción, con empate a un gol. Con ese marcador, el equipo del mundialista Roberto Scarone, se alzó con el primer trofeo de este torneo continental. En ese Peñarol campeón jugaron algunos futbolistas que alcanzaron después renombre internacional y otros que pasaron por el balompié colombiano.

Sin duda el más destacado de todos fue el delantero Luis Cubilla, histórico del fútbol uruguayo. Tras su paso por Peñarol, tuvo destacada trayectoria en Barcelona de España, River de Argentina o Nacional de Uruguay. Como director técnico, entrenó a una decena de equipos del continente, entre ellos a Olimpia, al que sacó campeón. En 1983 dirigió a Nacional en Colombia. En 2003 también orientó a Centauros de Villavicencio. En ese Peñarol campeón de 1960, también estuvo el delantero ecuatoriano Alberto Spencer, goleador y técnico. El estadio de Guayaquil hoy lleva su nombre.

Con los ecos del triunfo del primer campeón de campeones de América, el torneo nacional siguió cómodo para las pretensiones de Independiente Santa Fe y, a escasas fechas de concluir la segunda vuelta, era claro que su rival a vencer era América. Como en la mayoría de los equipos, los inamovibles eran los argentinos. Jorge “Finito” Ruiz, procedente de Vélez; Arcángel Brittos, de Independiente; Jorge Mousegne, también del rojo de Avellaneda; o Miguel Zazzini que estaba en Cali. Con ellos, los colombianos Faustino Abadía, Jaime “Charol” González y Julio “Shinola” Aragón, entre otros.

Al cierre de la segunda vuelta, los equipos bogotanos enfrentaron a los antioqueños. Santa Fe se impuso 1-0 sobre Medellín y Millonarios derrotó a Nacional 2-1 en el Atanasio Girardot. Con 31 puntos, el conjunto cardenal le tomó dos puntos a América y tres a Bucaramanga, sus inmediatos seguidores. El equipo amarillo de la capital santandereana alcanzó a Santa Fe cuando promediaba agosto, con un plantel goleador, como lo demostró en el clásico regional con Cúcuta, al que goleó 6-2 en la ciudad de los parques, con cuatro goles de José Giarrizo.

Entre el 12 y el 25 de agosto, mientras el torneo nacional avanzaba con la reñida disputa entre Santa Fe, América y Bucaramanga, el mundo deportivo le dio paso a los Juegos Olímpicos que en esta ocasión se disputaron en Roma (Italia). En fútbol, la medalla de oro fue para Yugoslavia, que derrotó en la final a Dinamarca 2-1. En el plantel yugoeslavo participó un jugador que luego intervino en el desarrollo futbolístico de Colombia. El arquero Blagoje Vidinic, quien ofició como técnico de la selección nacional en las eliminatorias mundialistas de 1978.

La delegación colombiana de 17 deportistas volvió con las manos vacías, pero con buenas experiencias. El único destacado fue el ciclista Mario “Papaya” Vanegas en pista, alcanzando la serie de cuartos de final. La nota particular del certamen la aportó el campeón de la maratón, el atleta etíope Abebe Bikila que corrió descalzo. Para la historia quedó la medalla de oro que presentó ante el mundo al deportista más influyente y polémico de la historia del siglo XX: el campeón norteamericano de boxeo en semipesados Cassius Clay, luego llamado Mohamed Alí.

Tras los Olímpicos de Roma, llegó en Colombia el juego decisivo que dio a Santa Fe perfil de campeón. El clásico bogotano que se disputó el 21 de agosto con reacción inolvidable de los cardenales. Comenzó ganando Millonarios con gol de Luis Pizarro. Martín Alarcón aumentó la ventaja azul y así se fueron a los vestuarios. A los 10 minutos del segundo tiempo, Panzutto de cabeza, a centro de Campana, logró el descuento cardenal. Ocho minutos después, “Zipa” González empató. Campana selló la victoria santafereña en el minuto 67.

El duelo quedó cerrado entre Santa Fe, América y Bucaramanga. El 28 de agosto América empató con Millonarios 0-0 y Santa Fe con Bucaramanga 1-1. Santa Fe y América con 36 puntos entraron a compartir el liderato. Bucaramanga con 35 continuó en la brega. Millonarios, octavo con 22 puntos, quedó fuera de toda opción. El 4 de septiembre, Santa Fe empató con Cali 2-2 y América y Bucaramanga dividieron honores 1-1. Las diferencias quedaron intactas. Una semana después, Santa Fe derrotó 3-2 a Nacional y América perdió con Cali 1-0.

Santa Fe volvió a quedar como puntero único y el 18 de septiembre, con triunfo sobre Magdalena 3-1, amplió su ventaja, porque América volvió a empatar, esta vez con Nacional 0-0. A la semana siguiente, en el estadio Mora y Mora de Pereira, ocurrió otro hecho que sumó a la lista de pruebas del coraje santafereño, que las generaciones que vieron el equipo de 1960 testifican respecto a los colombianos Carlos Aponte, Carlos Rodríguez, Hernando Tovar, Jaime Silva y el “Zipa” González, junto a Miguel Resnik, Osvaldo Panzutto o Alberto Perazzo.

En el minuto 66, ya en el segundo tiempo, Santa Fe perdía por cuatro a cero con Pereira. En 24 minutos, con goles de Ricardo Campana, Guillermo Milne, Miguel Resnik y Alberto Perazzo, empató el rojo y desde ese día demostró que no estaba dispuesto a perder hasta obtener el campeonato. La tercera vuelta del torneo concluyó el festivo 12 de octubre. Santa Fe y Medellín empataron 2-2, y América dio un traspié al perder como local ante Cúcuta 1-0. Bucaramanga derrotó 3-0 a Cali y no les perdió pisada. Santa Fe con 45. América y Bucaramanga con 43.

Aunque Millonarios no tenía perspectiva distinta a pensar en 1961, terminó siendo uno de los obstáculos que tuvo que sortear Santa Fe en su carrera hacia el título. El 30 de octubre se volvieron a enfrentar en la fecha 36. Pitó el “Gallego” Lires López y el equipo de Tocker formó con Leonardo Bevilacqua, Carlos Rodríguez, Guillermo Milne, Juan Montero, Carlos Aponte, Miguel Resnik, Hernando Tovar, Ricardo Campana, Osvaldo Panzutto, Alberto Perazzo y el “Zipa” González. Entraron Manuel Pacheco por Bevilacqua y Jaime Silva por el mono Tovar.

A los tres minutos, Santa Fe abrió el marcador tras  una rápida combinación entre Panzutto y Perazzo que aseguró Resnik. En el minuto nueve empató Millonarios luego de un riflazo del mono Rubio que rechazó Bevilacqua para que Klinger concretara. Antes de concluir la primera parte, Panzutto robó un balón a la saga embajadora y anotó en el arco de Centurión. A 12 minutos del cierre, el juez decretó penal por mano de Milne a tiro de Rodolfo Michelli. Hubo protestas, desmayos y el “Cobo” Zuluaga empató aportándole dramatismo al final del torneo.

Con 50 puntos, dos sobre Bucaramanga y tres delante de América, Santa Fe estaba cerca, pero todavía faltaba el último trecho. El 6 de noviembre, mientras América y Millonarios empataban a cero goles, en Bogotá, Santa Fe derrotó a su rival directo Bucaramanga 5-1 y prácticamente aseguró el campeonato. Fue una tarde memorable para los cardenales. Con goles de “Zipa” González y Alberto Perazzo se fue la primera parte. En la segunda, el equipo fue una tromba. Anotaron Resnik, Panzutto y Perazzo. Santa Fe tomó ventaja de cuatro puntos.

A la semana siguiente no se hicieron daño los equipos con opción al título. Santa Fe arrebató un punto al Cali en el Pascual Guerrero al empatar 2-2, mientras América y Bucaramanga dividieron honores en la ciudad de los parques 1-1, en medio de la silbatina de la afición que vio como las aspiraciones de los leopardos empezaban a desvanecerse. El 20 de noviembre, Santa Fe volvió a empatar, ahora con Nacional 2-2 en Bogotá, pero sus rivales no sumaron. Bucaramanga perdió 2-0 con Medellín y América salió derrotado por Cali 1-0.

El partido en Cali tuvo un polémico desenlace. En una confusa jugada, el juez paraguayo Helio Reynal sancionó una falta del argentino Miguel Zazzini, quien resultó expulsado. El técnico de América, el maestro Adolfo Pedernera ingresó furioso a la cancha y, después de los consabidos insultos, agredió al árbitro. El asunto derivó en una orden de captura contra Pedernera por lesiones personales, dispuesta por un inspector de policía. Al juez le dieron cinco días de incapacidad y el Tribunal Disciplinario  sancionó a Pedernera con 10 fechas y multa de $600.

Ese fue el tema de la semana en el ámbito futbolístico y, obviamente, la expectativa de que Santa Fe, con diferencia de cinco puntos sobre sus inmediatos seguidores, se coronara campeón nacional. No obstante, contra todos los pronósticos, el 27 de noviembre Unión Magdalena aguó la fiesta cardenal al derrotarlo 4-2. Por fortuna, América perdió el rumbo definitivamente y volvió a perder, esta vez 2-1 con Nacional en Medellín. En cuanto a Bucaramanga, tampoco aprovechó el revés santafereño pues empató en casa con el Deportes Tolima 3-3.

El 4 de diciembre, bajo un aguacero recio, Santa Fe derrotó a Pereira 2-0, con goles de Resnik y “Zipa” González, con lo cual aseguró su tercera estrella. Ese mismo día, Bucaramanga empató con Quindío 2-2. Con dos fechas de anticipación, el equipo de Julio Tocker redondeó una campaña exitosa. Al final, sus estadísticas lo probaron: disputó 44 partidos, de los cuales ganó 22, en 17 tuvo empates y apenas perdió cinco juegos. Aunque el goleador del torneo fue Walter Marcolini de Cali con 30 dianas, Osvaldo Panzutto fue segundo cañonero con 26.

“Sin temor a equivocarme, Santa Fe de 1960 fue el mejor de todos los tiempos”, comentó Carlos Aponte para el libro “Santa Fe 60 años”, escrito por Víctor Diusabá y Guillermo Ruiz. En el mismo texto se lee que el plantel de Julio Tocker, que cumplía funciones de “utilero, preparador físico, kinesiólogo y entrenador”, jugaba con sistema 3-2-5, es decir, con mentalidad goleadora. Pero definitivamente, al margen del protagonismo argentino, para la historia quedó el cuarteto colombiano: Héctor “Zipa” González, Carlos “Copetín Aponte”, Jaime Silva y Carlos Rodríguez.

Por Redacción deportes

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