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Un despiste, un pestañeo. Solo un centímetro necesita Cristiano Ronaldo para castigar a su rival. No importa si es el minuto uno o el 90. Cuando está interpretando su papel de goleador, no hay nadie quien pueda frenarlo. Y este miércoles, cuando el partido entre Portugal y Marruecos recién estaba en su alba (minuto cuatro), apareció la cabeza del delantero portugués para marcar el gol con el que su selección derrotó 1-0 al cuadro africano. (Puede leer: Cristiano Ronaldo, rumbo a la consagración en los Mundiales)
Y no fue el único espacio que tuvo. Comenzando el segundo tiempo también sacó un remate de derecha que se fue desviado. No fue opción clara, pero sí una aproximación para los lusos, que con el triunfo llegaron a cuatro unidades en el grupo B del Mundial de fútbol que se disputa en Rusia y que tiene a Cristiano como goleador del torneo con cuatro anotaciones.
El delantero y el arquero Rui Patricio fueron las figuras destacadas del compromiso. Sin ellos, los portugueses no habrían logrado ese triunfo que se convierte en un paso importante en búsqueda de la clasificación a los octavos de final. Ronaldo marcó el tanto y las manos del guardameta ahogaron en varias oportunidades el grito de gol de los marroquís, que se acercaron con Mehdi Benatia, Younes Belhanda o Hakim Ziyach. (Le puede interesar: Uruguay venció a Arabia Saudita y se clasificó a octavos en Rusia 2018)
Esas aproximaciones, que para muchos van a quedar en el olvido con el paso de los días, fueron producto de la insistencia marroquí, que en el segundo tiempo fue un equipo que se fue encima de los lusos en busca del empate. Generaron opciones por derecha con Noureddine Amrabat, por izquierda con Hakim Ziyach. Mientras que también ganaron constantemente en las pelotas quietas con Benatia, quien contó con tres jugadas claras. La última la más clara de todas, el defensor sacó un remate que apenas se fue por arriba. (Puede leer: Reaparece en público Joseph Blatter: estuvo en el partido Portugal-Marruecos)
En la tribuna los aficionados marroquís se lamentaron, brincaron, tiraron las banderas, los gorros, por la frustración de no poder marcar. Las opciones existían pero sus jugadores parecían destinados a salir prematuramente del Mundial, a jugar el último partido sin opción a nada. A jugar por cumplir con lo establecido frente a España. Ni el dominio, ni el control del balón, ni nada, iba a cambiar el destino del partido. Solo los goles son los que quedan para el recuerdo. A veces, algunas atajadas. Y del encuentro de este miércoles sólo los africanos recordarán esas múltiples opciones que no terminaron dentro de la red. (Lea: Rusia 2018: Cristiano Ronaldo y sus polémicas conexiones con Marruecos)
Los portugueses, por su parte, después del gol de Cristiano Ronaldo no fueron claros. Intentaron con la velocidad Gonzalo Guedes y la agilidad de Bernardo Silva. Pero nuevamente quedó claro que es una selección cristianodependiente. Dependen de cómo amanece el siete para saber si obtienen un empate heroico como lo lograron frente a España el viernes pasado o un triunfo como el de este miércoles contra Marruecos. Sin él, Portugal es un combinado del común, sin profundidad ni ideas.
Atrás, la defensa también demostró sus falencias. Por arriba, por abajo, en las pelotas quietas. En todos los sentidos la delantera africana superó a la defensa lusa, que contó con una pared en la portería como el arquero Rui Patricio, quien contó con tres tapadas notables que mantuvieron con la ilusión intacta a su selección. El partido terminó con victoria de Portugal, quien dio un paso importante para mantenerse con vida en la Copa del Mundo. Marruecos, por el contrario, quedó eliminado. (Vea nuestro especial sobre el Mundial de Rusia 2018)
Gol de Cristiano: