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¿Quién es Fabrizio Romano, el periodista sensación del verano en el fútbol europeo?

Si Fabrizio lo dice, está confirmado. Si Fabrizio lo sugiere, ocurre. Hasta que Fabrizio no comente, no hay forma de afirmar que un fichaje del fútbol internacional sucedió.

Manuel Rodríguez Lloreda, especial para El Espectador
30 de septiembre de 2020 - 12:10 a. m.
Fabrizio Romano, periodista italiano de The Guardian y Sky Sports.
Fabrizio Romano, periodista italiano de The Guardian y Sky Sports.
Foto: Pantallazo de The Guardian

“Here we go!” . Son tres palabras que ya les resultan familiares a muchos futboleros. Traducen “¡aquí vamos!”, y conforman la frase típica, preferida, de Fabrizio Romano. Son su marca personal, que utiliza para confirmar todos los fichajes importantes que ocurren en las grandes ligas de Europa.

A esto se dedica Fabrizio. Se encarga de anunciar fichajes, aclarar rumores, dar actualizaciones sobre todo lo que pasa en el mercado. Para sus seguidores, y para todos los hinchas, Romano se ha convertido en sinónimo de absoluta certeza, porque no se recuerda a un periodista que genere tanta confianza, que amontone tanta credibilidad como él.

Nacido en Italia hace 27 años, Romano trabaja para The Guardian y Sky Sports Italia —ambos medios prestigiosos en Europa— enfocado en el mercado de fichajes. Y si bien ha sido siempre bastante reconocido, este verano se ha tornado más famoso que nunca.

Se ha convertido en el periodista al que de todo hincha, todo diario, y toda plataforma de noticias recurren más a menudo. Ha revolucionado el mundo del mercado de fichajes en las redes, a tal punto que hoy hay una nueva política establecida, conformada por tres reglas claras: (1) Si Fabrizio lo dice, está confirmado. (2) Si Fabrizio lo sugiere, ocurre. (3) Hasta que Fabrizio no comente, no hay forma de afirmar que un fichaje haya cerrado. No hay excepciones.

Este verano ya ha predicho y confirmado cientos de traspasos. Se ha convertido en adivino místico, autoridad máxima del fútbol. Todas las aplicaciones y plataformas enfocadas en fichajes —pobres ellas— se han tornado básicamente obsoletas.

Fabrizio tenía 447K seguidores en Twitter al comienzo del verano —hoy son 1,9 millones―. Tal ha sido su ascendencia, y tal la obsesión del mundo fútbol con su profesionalismo y su oficio. Se habla de él en todas las redes, la gente espera horas por sus tuits y sus publicaciones. Y llama la atención, más que su omnipresencia, el cariño que le tiene la gente. El aprecio por su trabajo incansable y sus actualizaciones siempre acertadas.

¿Cómo lo hace? ¿Cómo logra obtener más información que nadie, y más rápido? Y, sobre todo, ¿cómo logra que esta información siempre —siempre— sea precisa y confiable?

Más que magia, la respuesta está en su ética de trabajo. Pues el secreto es que es un obsesionado, pensando en fichajes las 24 horas del día. Bueno, las 19, podríamos decir, pues durante el mercado de verano duerme solo cinco horas, de 5 am a 10 am, para que no se le escape un solo movimiento, una sola novedad.

Desde el momento en que se levanta está pegado a su celular, revisando mensajes, preparado para hacer y recibir llamadas. Puede tener hasta 30 conversaciones telefónicas al día, hablando con agentes y directores deportivos de Italia y alrededor de Europa.

Dice que el estar en Italia —en Milán, particularmente— significa una posición ventajosa, pues hay mucho movimiento deportivo en la ciudad. Milán es un centro de actividad del mundo del fútbol europeo, así que salir a los restaurantes o a los hoteles adecuados puede ser suficiente para tener contacto con personas que puedan tener información valiosa.

Curiosamente, la estrategia de Fabrizio es, muchas veces, simplemente salir a la calle, a ver qué pasa, a ver a quién encuentra. Según él, siempre hay directores y agentes en los puntos importantes de la ciudad. Va de facha veraniega: camisa de lino azul, zapatos deportivos blancos, gafas de sol. Da vueltas alrededor de Milán, entra al vestíbulo de varios hoteles, se reúne con uno que otro agente, y hace llamadas para confirmar información. Por supuesto, no suelta su celular ni a la hora del almuerzo.

En eso consiste la mayor parte del proceso: obtener información a través de sus encuentros y contactos, y luego confirmarla con los clubes a través de llamadas telefónicas. Y claro, suena bastante simple, pero todo fluye en gran parte por la credibilidad que Fabrizio ya ha acumulado. Esta información no se la dan ni se la confirman a cualquiera.

Y es que por encima de todo, Fabrizio pone siempre la honestidad: su principio más sagrado es que la información que recibe y luego provee debe ser verdadera. Incluso si esto le toma algo más de tiempo, si le cuesta el no ser el primero en revelar la noticia, lo cual es también fundamental para su reputación. Prefiere ser confiable, para que cada uno de sus seguidores sepa que, cada vez que publica noticias, son confirmadas, y correctas. Y este enfoque le ha funcionado de maravilla, pues es exactamente lo que sucede hoy en día.

Fabrizio conoce nuevos agentes día a día, y se lleva bien con todos ellos. Mantiene relación con muchos miembros de la élite del fútbol y del mercado —muchas de ellas vienen de hace tiempo— y todos lo respetan. Saben de su forma sobria y responsable de manejar información delicada.

Hoy, héroe de culto en el mundo de las redes, los clubes y los agentes no dudan mucho en pasarle datos. Es el rey del juego, y nadie le va a quitar ese puesto. Fabrizio es la encarnación del periodismo honesto, efectivo y puro. Fabrizio es periodismo confiable. Fabrizio es infalible. Es pregunta y respuesta, es evidencia, sustento y justificación. Fabrizio es el primero en dar información clara y correcta, y por eso es la fuente más confiable del mundo, y el periodista más querido del planeta fútbol.

@manrodllo

Por Manuel Rodríguez Lloreda, especial para El Espectador

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