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El vértigo por la cima de la Premier League volvió a encenderse este sábado con la derrota de Arsenal 2-1 en su visita a Aston Villa y dejó abierta una disputa que parecía encaminada a teñirse únicamente de rojo y blanco.
El desenlace, dramático hasta el último suspiro, tuvo acento argentino gracias al derechazo de Emiliano Buendía en el tiempo añadido, un remate que no solo quebró la resistencia del líder sino que reconfiguró, de inmediato, el mapa del campeonato inglés.
Mientras tanto, con el triunfo de Manchester City, la presión sobre los dirigidos por Mikel Arteta sube varios grados justo cuando el calendario aprieta y la enfermería no da tregua.
El Arsenal venía sosteniendo una marcha casi impecable. Cargaba una racha de 18 partidos sin perder, había construido una identidad sólida y se movía con la seguridad. Pero Villa Park, escenario donde han naufragado varios candidatos en los últimos meses, terminó por desestabilizarlo.
El local abrió la cuenta a los 36 minutos gracias a Matty Cash, que resolvió una jugada profunda por derecha. La respuesta londinense llegó temprano en la segunda parte, cuando Leandro Trossard empujó el empate a los 52’. El guion parecía acomodarse a una lógica conocida: Arsenal reaccionaba, imponía ritmo y buscaba inclinar la tarde hacia sus aspiraciones. No ocurrió.
El partido, que reunió a dos de los equipos más consistentes del curso, se disputó con un nivel de intensidad propio de una final anticipada. El Aston Villa, que encadenó su séptima victoria consecutiva, mantuvo sus argumentos hasta el final. Y cuando parecía que el empate sería el resultado natural a tanto ida y vuelta, apareció Buendía para convertir un rebote en gloria local. Un disparo seco, a ras, imposible para la defensa improvisada de un Arsenal debilitado, que vio cómo su estructura se desmoronaba en la última jugada del encuentro.
Porque, más allá del resultado, el contexto pesa. El equipo de Arteta afrontó el duelo con una zaga de emergencia: sin William Saliba, Gabriel Magalhães ni Christian Mosquera, el técnico se vio obligado a alinear a Piero Hincapié y Jurrien Timber como centrales. La falta de sincronía fue evidente en varios tramos del partido, y confirmó la preocupación interna que empieza a crecer en Londres: la necesidad de refuerzos en enero para sostener la pelea por un título que se les resiste desde 2004.
La derrota no llega en un momento cualquiera. El Arsenal debe poner en juego su liderato continental en apenas tres días, cuando visite a Brujas por la Liga de Campeones, y además ve cómo sus números en la Premier se han estancado con apenas 8 de los últimos 15 puntos sumados. Mientras tanto, Manchester City quedó a solo dos puntos de los Gunners. La punta, que parecía robusta, ahora se aprieta.
Así quedó la tabla de posiciones de la Premier League con la derrota de Arsenal y el triunfo de Manchester City
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