Colombia lo hizo otra vez: pasó a octavos de final de un Mundial

La selección nacional venció 1-0 a Senegal y logró la clasificación a los octavos de final, tal como hace cuatro años en Brasil. El próximo martes enfrentará a Inglaterra, en Moscú.

Luis Guillermo Montenegro - Enviado especial a Rusia
29 de junio de 2018 - 02:00 a. m.
Yerry Mina ha marcado cinco goles en 14 partidos con la camiseta de la selección de Colombia, dos en Rusia 2018. / AFP
Yerry Mina ha marcado cinco goles en 14 partidos con la camiseta de la selección de Colombia, dos en Rusia 2018. / AFP

En el fútbol hay varias maneras de ganar, pero es indiferente el camino cuando se necesitan resultados, sobre todo en torneos cortos como los Mundiales de Fútbol. Aquí sólo existe una consigna y es ganar. Punto. Colombia lo hizo, venció 1-0 a Senegal en Samara, con un valioso gol de Yerry Mina, y lo eliminó de la Copa del Mundo. Ahora, en octavos de final de Rusia 2018, tras pasar como primera del grupo H, la tricolor enfrentará el martes 3 de julio a Inglaterra en el estadio Spartak de Moscú. Seguro el ambiente en la capital rusa será como el que se ha vivido hasta ahora en Saransk, Kazán y Samara, con una gran cantidad de colombianos en la tribunas. (Vea nuestro especial sobre el Mundial de Rusia 2018)

Después del 1º de diciembre de 2017, cuando se hizo el sorteo de grupos del Mundial, se había catalogado a Senegal como el rival más fuerte. Un seleccionado con futbolistas rápidos, potentes y la capacidad de enredar a cualquiera. A su manera, complicaron a Colombia, no le dejaron hacer el mismo fútbol que demostró en el contundente triunfo 3-0 sobre Polonia, en Kazán, y por eso a los de José Pékerman les tocó acudir al estilo de choque, al que aplican los africanos, a ese juego que no se ve estético, pero que también hay que saber ejecutar.

De entrada, Pékerman no especuló y le quiso dar continuidad al equipo que había ganado días atrás a Polonia. Apostó por ese fútbol de toque corto, de dominio de pelota y de profundidad, con hombres creativos en la mitad del campo: Juan Guillermo Cuadrado, Juan Fernando Quintero y James Rodríguez. Además incluyó a Carlos Sánchez, quien había cumplido la fecha de sanción tras la expulsión ante Japón. (Lea: Yerry Mina y Dávinson Sánchez mandaron a Colombia para Moscú)

Pero no tuvo suerte. Primero, porque Cuadrado no entró metido en el partido, como aquella noche de Kazán. Y segundo, porque James Rodríguez no estaba para jugar. Sintió una molestia muscular desde los primeros minutos y no aguantó el dolor, por lo que pidió el cambio. Entonces tocó ejecutar en cancha algo diferente. Un plan que no era el A.

Si hay algo que se debe destacar de este equipo colombiano es que sabe sufrir. Ha disputado los dos últimos partidos con la presión de tener que sumar para no quedar eliminado y ante ese gigante mental, ha vencido. Yerry Mina, el defensor de Guachené (Cauca), una vez más fue el encargado de quitarles la presión a sus compañeros. Luego de ese gol en el minuto 74, de un fuerte cabezazo, el equipo colombiano respiró y se plantó bien en la cancha. El plan B daba frutos.

Claro que David Ospina fue vital, sacando dos balones de gol, demostrando que sigue siendo la garantía de seguridad en el arco. Sus errores en la parte final de la eliminatoria hacia este Mundial quedaron en el pasado. Si él está en buen nivel, Colombia respira. Será fundamental de cara al futuro que se mantenga esa seguridad defensiva. Mina y Dávinson Sánchez cada vez se complementan mejor, mientras que Santiago Arias se ha convertido en un corrector especial. Cuando fallan los demás, el lateral derecho aparece gracias a su velocidad y voluntad. A Johan Mojica le cuesta aportar en ataque, pero su rapidez le ha dado una mano y ha respondido a su manera. Para ellos, los cuatro defensas, ha llegado un apoyo de lujo: Carlos Sánchez, siempre atento a los relevos y con buen pie para sacar al equipo jugando en los momentos de presión del rival. (Le puede interesar: Cinco razones, cinco ilusiones del logro de Colombia en Rusia 2018)

Que hay que corregir, es cierto. Pero así como se lograron resolver los problemas después de la derrota ante Japón, es apenas lógico que haya un ambiente adecuado para resolverlos después de un triunfo que no sólo valió tres puntos, sino el paso al grupo de los mejores 16 equipos del mundo.

La gran incógnita por estos días será el estado de salud de James Rodríguez, si se recuperará o no para disputar el partido de octavos. Este viernes será evaluado por el cuerpo médico para determinar cómo debe ser su proceso de recuperación y cuántos días se tomará. En caso de que no mejore, Pékerman seguirá apostando por un extremo izquierdo, ya sea Luis Fernando Muriel o José Heriberto Izquierdo.  (Lea: Preocupación en Colombia: James salió lesionado del partido ante Senegal)

Por Luis Guillermo Montenegro - Enviado especial a Rusia

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